Nacionales · 13/02/2020

Jesuitas denuncian la represión y falta de libertad en Nicaragua

A través de un comunicado dirigido a la opinión nicaragüense y a la comunidad internacional, los jesuitas en América Latina y el Caribe, apoyados por sus compañeros apostólicos de la región, denunciaron «la mentirosa y calumniosa campaña mediática de odio” que, con la complacencia del régimen orteguista, se ha desarrollado en la última semana en contra de la Universidad Centroamericana (UCA) particularmente, contra su rector el padre José Alberto Idiáquez a quien incluso han amenazado de muerte.

«Lamentamos profundamente que continúe agravándose la crisis política de Nicaragua y que se haya interrumpido la posibilidad de diálogo entre el Gobierno y la oposición, con el consiguiente incremento del sufrimiento del pueblo nicaragüense», reza el comunicado oficial de los jesuitas de la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (Cpal), firmado por otros hermanos de diversos organismos, entidades pastorales, universidades y medios de comunicación.

Señalaron que la UCA siempre ha «demostrado una absoluta profesionalidad en el ejercicio de sus funciones de enseñanza, investigación y servicio para el bien común de todo el pueblo nicaragüense y el respeto de las libertades fundamentales de todos los ciudadanos». 

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Vatican News entrevistó a Bruno Desidera, periodista de «La vita del popolo», revista semanal de la Diócesis de Treviso, en Italia; y experto en América Latina, quien afirmó que «los jesuitas han querido poner sobre la mesa todas sus fuerzas para destacar la persistencia de una situación que ya lleva casi dos años».

Desidera explico que el régimen de Daniel Ortega ha puesto en marcha políticas de contracción de las contribuciones públicas, «un modo de poner en dificultad lo que se considera uno de los baluartes de la protesta, las universidades fueron el lugar donde nació la protesta en 2018, y la UCA fue una de las universidades donde esta se produjo con más fuerza».

Temor por la seguridad del rector de la UCA

En el comunicado de los jesuitas denuncian «particularmente la mentirosa y calumniosa campaña mediática de odio que, con la complacencia del gobierno, se ha desarrollado contra la UCA, los jesuitas, sus colaboradores», y concluyen responsabilizando al dictador Ortega y a su mujer Rosario Murillo por la seguridad, la vida y la integridad de la UCA y de cada uno de sus miembros, sean estudiantes, académicos o directivos, y particularmente por la integridad y la vida del padre Idiáquez.

Asimismo, Desidera manifiesta que lo que se requiere «es una mayor libertad de opinión, de expresión, pero también un cambio de régimen». Esas fueron las demandas de los manifestantes en 2018, demandas que fueron inmediatamente reprimidas con violencia.

Desidera concluyó describiendo nuevamente la situación: violencia a todos los niveles, excepto en los raros momentos de tregua, con la mediación de la Iglesia Católica que, en algunas ocasiones, consiguió que los prisioneros políticos fueran liberados. En este momento el hecho es que en Nicaragua no se puede manifestar, no se puede expresar el pensamiento.

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