La presidenta nacional del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) Kitty Monterrey dijo este martes que ella esperaba que el régimen de Daniel Ortega “por lo menos” hiciera “algunas reformas cosméticas” en referencia a la propuesta de reforma electoral presentada ayer en la Asamblea Nacional.
La propuesta de reforma electoral fue criticada por Monterrey y afirmó que Nicaragua será el “hazmerreír mundial” por esta reforma a la Ley Electoral, porque anula de manera oficial la observación electoral, confirma las leyes que impiden candidaturas de los adversarios de Ortega, restringen la libertad de asociación y expresión, además de trasladar atribuciones del Consejo Supremo Electoral (CSE) a la Policía Orteguista.
“Esto es una burla al pueblo de Nicaragua, lejos de contribuir a la democracia y a un proceso transparente, lo que están haciendo es insultándonos a todos con una propuesta de reforma que ni siquiera es cosmética. Lo que realmente hace es restringir los derechos de todos los nicaragüenses”, declaró. “Vamos a ser el hazmerreír mundial con esta ley”, continuó.
Monterrey también reprochó que, la iniciativa de reforma a la ley electoral suprima el requisito de obtención del 4% de votos válidos durante las elecciones para el reembolso de gastos de campaña. Es decir, que los partidos que tengan poco apoyo popular recibirán dinero que adjudiquen a mítines políticos.
“Están fomentando que haya una multiplicidad de partidos de siglas que saben de antemano que nunca van a obtener el 4% de votos y que les van a quitar la personería jurídica si no llegan a ese 4%, pero los van a premiar con parte del reembolso, que van a ser unos 23 millones de dólares; un partido que obtenga el 1% va a recibir 230 mil como premio por haber ido a zancudear”, criticó.
Monterrey subrayó que la reforma electoral del orteguismo, entre otras cosas pone un “bozal a los partidos políticos, porque ordena que debemos estar obligados a respetar el resultado de las elecciones; o sea, que ni siquiera podremos decir que hubo irregularidades o fraude”.
La reforma también “prohíbe el uso de teléfonos celulares” en las juntas receptoras de votos y con esto los partidos políticos podrían tener un conteo preliminar de las votaciones.
“Pensé que por lo menos harían algunas reformas cosméticas, pero aquí no hay nada cosmético, aquí lo que hay es más supresión a los derechos individuales que tenemos como nicaragüenses (…) Esto no le da ninguna legitimidad a este proceso”, apuntó.
En octubre pasado, a través de una resolución, la Asamblea General de la OEA solicitó a Nicaragua garantizar unas elecciones “creíbles” el 7 de noviembre próximo, y demandó reformar el sistema electoral.