Opinión / Ensayos · 27/06/2022

La alegría de vivir. A Carlos Mejía Godoy

La música de Carlos Mejía Godoy llegó a Europa, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y, por supuesto, América Latina y se quedó.

De Argentina a Bélgica la música de Carlos se escucha, se canta y baila. “Quincho Barrilete” al igual que “Son tus perjúmenes mujer” paralizaron la Gran Vía en Madrid. Elsa Baeza ha cantado el “Cristo de Palacagüina” y España se ha identificado con “… el cerro de la iguana…”  Lucha Villa al interpretar “María de los guardias” con mariachi se hizo escuchar en tierra azteca.

“La Misa Campesina” cuya cuna fue la iglesita Nuestra Señora de Solentiname dirigida su construcción por el padre Ernesto Cardenal. Con poemas, pintura, canciones y madera del lugar se logró construir en la isla Mancarrón. Fueron aquellos muchachos mechudos, rebeldes pero conscientes de la realidad que vivía el país quienes forjaron, con sus manos de niños, ese templo insertado en la historia más hermosa de Nicaragua.

Por eso la “Misa Campesina”, en diversos idiomas, es escuchada en América del Norte y Sur, Albania, Alemania, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia y los países bajos como Portugal, Rumania y hasta la misma Rusia al igual que resto del mundo cantan “NICARAGUA, NICARAGUITA”, considerado  el segundo himno de Nicaragua.

El somoteño que jamás olvida a “Aquel almendro de onde la Tere” –su vecina de niño- sigue componiendo y cantando bellas piezas musicales que nos llegan matinalmente gracias al desarrollo tecnológico.

Carlos, con su música que es nuestra, nos ha recorrido por toda la nación entregándonos la alegría de vivir y seguir saboreando las “rosquillas nadando en el café” o bien “los huevos chingos que hacen en Estelí” y también del “sauce los buñuelos de Tisma el requesón”.

Hoy, el hijo de Chás Mejía (Carlos Mejía Fajardo y doña Elsa Godoy) está cumpliendo un año más de vida fuera del terruño y hasta donde se encuentre, junto al piano y a su Xóchitl, va mi abrazo de hermano deseándole salud y un pronto retorno al Pinol adorado.

*Por Henry Briceño |San Rafael del Sur | Junio 27 del 2022