Opinión / Ensayos · 29/09/2020

La desesperación del régimen Ortega-Murillo

Por: Oscar-René Vargas / 28 de septiembre de 2020.

1.        La intolerancia continúa como siempre y se intensifica el ataque del régimen Ortega-Murillo contra los opositores. La impunidad que protege a la policía y a los paramilitares es la garantía de que la represión continuará. Es decir, Nicaragua permanecerá viviendo una pesadilla de represión política y violencia estatal.

2.        La campaña represiva de Ortega-Murillo para su permanencia en el poder se desarrolla en un contexto de agresiones y muertes, además de la violencia policiaca. Al mismo tiempo, el régimen cuenta que el fraccionamiento de la oposición formal, ayudado por los partidos zancudos, ambos factores le ayudan en su propósito de mantenerse en el poder indefinidamente.

3.        La crisis sociopolítica y económica continuará en caso de que Ortega-Murillo sigan en el poder. Las consecuencias son más que predecibles. No se vería futuro para la población empobrecida ni para la recuperación económica en el próximo quinquenio.

4.        El régimen está enfrentado a la confluencia de cinco crisis (económica, social, política, sanitaria e internacional) que no le es favorable para su permanencia en el poder, situación que lo lleva a implementar más leyes represivas por su desesperación de controlar el movimiento social para evitar una segunda ola de protestas sociales y/o un tsunami sociopolítico.

5.        Pienso que, en mejor escenario electoral, Ortega dará elecciones amañadas para poderlas ganar y está dispuesto a enfrentar las sanciones internacionales y el clamor popular a como lo ha hecho Maduro desde el 2018. Mientras tanto, va aprobar leyes que delimiten más la libertad de expresión, ya que, para ellos, pensar es peligroso.

6.        Eso es exactamente lo que está preparando con las leyes que quieren aprobar: cadena perpetua como amenaza contra los opositores, ciberdelito que censura las redes sociales y agentes extranjeros y otras leyes que pueden aparecer. El régimen se atrinchera para una posible negociación con los norteamericanos.

7.        Es decir, quieren elecciones, pero solo con los partidos políticos zancudos y un mínimo de reformas electorales, no importando lo que se les venga después. Ellos están dispuestos a salir del poder sólo muertos, no por elecciones. Es la lógica del poder o la muerte.

8.        Esto no quiere que no hay que luchar por elecciones limpias y transparentes en el 2021. El régimen quiere llegar a un escenario electoral en el que la oposición formal se encuentre con la soga al cuello. Sin embargo, el proceso electoral puede ser aprovechado como una etapa de la lucha contra la dictadura que tenemos que agotar, aprovechando su aislamiento internacional y las elecciones 2021 que serán monitoreadas por la prensa internacional. Es decir, se tiene que aprovechar el proceso electoral para movilizar a la población contra un fraude electoral que tendría, interna e internacionalmente, un alto costo político.

9.        El régimen Ortega-Murillo está haciendo un mal cálculo: Nicaragua no es Venezuela, ni en recursos, poder militar y soporte internacional de parte de rusos y chinos. También, el régimen se equivoca que la oposición real es la Coalición Nacional y que su fractura, piensan, le permite hacer cualquier cosa. La oposición real es la gente en las calles, en las rotondas y en cualquier lugar del país que protesta contra la dictadura.