Opinión / Ensayos · 04/11/2021

La farsa electoral a la vuelta de la esquina

Por David Pérez

“El fin justifica los medios”

A tres días de las votaciones en Nicaragua en la que diputados oficialistas y opositores defenderán su cargo para el 9 de enero del 2022, en el oficialismo no es más que la prolongación de su curul por otro quinquenio y las asignaciones que el régimen les pueda ceder a los partidos zancudos. Habrá algunos ilusos fanáticos y voceros oficiosos que dirán que fue producto de la “democracia”.

El mercenario al servicio de la dictadura Ortega-Murillo, Raúl Obregón administrador de la firma M&R y quien para él “Nicaragua es el futuro” y según en su último sondeo de opinión Ortega tiene un voto solido del 66.9 por ciento. Obregón ha sido altamente cuestionado por la oposición, medios independientes, iglesia católica y sociedad civil, pero no por los partidos colaboracionistas.

Obregón y sociedad anónima, ignoró la lucha del pueblo en el 2018, donde se dieron los primeros brotes de violencia y represión perpetrada por la guardia orteguista contra la juventud en el 2018, pues sus encuestadores se ausentaron en los momentos álgidos y para entonces M&R no sacó una encuesta sino hasta que hubo una aparente normalidad a sabiendas que Daniel Ortega había perdido muchos adeptos. 

Raúl Obregón miente, porque la más reciente encuesta de CID-GALLUP la de mayor credibilidad, revelado el 13 de octubre que si las elecciones fueran hoy entre Daniel Ortega y alguno de los siete aspirantes que están secuestrados por el dúo ortega-murillo él obtendría un 19% de votos frente a un 65 % de cualquier opositor. Obviamente le da un jaque mate a la dictadura y él lo sabía y por eso no tuvo más remedio que echar preso a cualquiera de sus oponentes. Recordemos que CID-GALLUP siempre estuvo activo antes y después de los sucesos de abril del 2018 con sus encuestas, mientras que M&R y Sociedad Anónima consultores calló. 

La dictadura a través de la vice dictadora Rosario Murillo, restringió todo tipo de proselitismo político y las manifestaciones a las que tiene derecho, -según la ley electoral- aduciendo evitar más propagación de la pandemia, -que falsa excusa la de Murillo-, si la concubina del dictador ortega es la que se encarga de promover las aglomeraciones en diferentes ámbitos y en el contexto de las votaciones. Con este silencio da la impresión de que en nuestro país no ha habido elecciones, sin embargo, es curioso que el Partido Liberal Constitucionalista que dicen ser único partido opositor al régimen, se convierte en cómplice de pisotear la ley electoral. 

Volviendo al asunto del administrador de M&R, Obregón según este se hizo una investigación en septiembre, con nicaragüenses mayores de 16 años en las zonas urbanas y rurales del país, incluyendo las regiones Autónomas, ¡OJO! El mismo Obregón señaló que la “encuesta” (léase bien) tuvo como universo el padrón del Consejo Supremo Electoral (CSE) pues es de pensar que para efectos de encuestas la consultora M&R trabaja conjuntamente con el CSE, un poder del Estado de Nicaragua. ¡fraude a la vista!

Votaciones habrá, pero con un gran porcentaje de abstencionismo, producto de la simpatía para los más de 7 candidatos secuestrados por la dictadura. Que fácil para ellos decir vamos a unas elecciones “limpias y transparentes”, pero es no es más que una vergüenza, pero es lo que más les sobra.