El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, decidió no invitar a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua al traspaso de poder por su falta de democracia.
El acuerdo entre el gobierno entrante y saliente de ese país se tomó de acuerdo a la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA), señaló el canciller designado Ernesto Talvi.
«Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla. La democracia es esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos de las Américas», apunta el artículo 1 de esa citada carta, una disposición que incumplen los regímenes cubano, venezolano y nicaragüense.
Su toma de posesión será el próximo 1 de marzo y representantes de la llamada «Troika de la tiranía», por el exasesor de la Casa Blanca John Bolton, no estarán tampoco en los días posteriores.
Todavía se desconoce si estarán funcionarios del gobierno interino de Bolivia, pero sí están confirmados los presidentes de Brasil, Chile y Argentina.
Uruguay desconocerá la legitimidad del dictador Nicolás Maduro cuando Lacalle tome la presidencia y apoyará al presidente interino Juan Guaidó como único representante de Venezuela.
Está previsto también que el 2 de marzo este país abandone la iniciativa conjunta con México para mediar en la crisis de Venezuela, conocida como Mecanismo de Montevideo.