Nacionales · 22/03/2020

Las más leídas de la semana

La pandemia del coronavirus COVID-19, es el tema tendencia en Nicaragua, al igual que en el resto del mundo. Esta semana el régimen orteguista confirmó los dos primeros casos positivos de la enfermedad, sin mencionar la cantidad de personas sospechosas, y cuántos pruebas ha realizado.

A medida que el tiempo avanza los nicaragüenses se encuentran preocupados por el hermetismo de las autoridades sanitarias y del régimen orteguista, para combatir la propagación del virus dentro de Nicaragua.

Mientras que el régimen le resta importancia a la pandemia, los nicaragüenses han tomado medidas de prevención. Al mismo tiempo denuncian que el Ministerio de Salud centraliza la información sanitaria y supuestamente oculta más casos positivos.

Estas son las noticias más leídas de La Mesa Redonda:

Joven sospechosa de COVID-19 denuncia más casos en hospital capitalino

Joven sospechosa de COVID-19

La noche del sábado una joven denunció a través de un Facebook Live que estuvo más de 24 horas retenida en el Hospital Alemán Nicaragüense por ser sospechosa de coronavirus, sin embargo hasta la fecha no le han dado el resultado de la prueba de laboratorio y el centro hospitalario tampoco le dieron medicamentos, alimentación y un lugar para asearse.

Ella señaló que tuvo contacto con el segundo paciente positivo de COVID-19 que fue confirmado en Nicaragua, y que al igual que ella otras personas estaban aisladas esperando un diagnóstico. Incluso que en ese hospital existen más casos positivos de coronavirus.

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Tras la denuncia que hizo la joven y que se volvió viral en redes sociales, la vicedictadora Rosario Murillo se vio obligada a romper la programación de sus canales oficialistas para lavarse las manos y decir que la fémina había decidido irse a su casa, firmando un papel para deslindar responsabilidades al Ministerio de Salud (MINSA).

Murillo responsabilizó a la joven por “romper el aislamiento” y no reconoció que su régimen no ha tomado medidas serias para prevenir la propagación del virus en Nicaragua.

La joven también afirmó que el segundo paciente con COVID-19, quien es su jefe, se encuentra entubado y que sus órganos ya estaban colapsando, lo que desmiente la versión de Murillo que está “estable”.

Especialistas temen explosión de casos de COVID-19 en Nicaragua

“Al que no quiere sopa, que le den dos tazas”. Mientras diversos sectores médicos, políticos, empresariales e incluso países vecinos, piden al régimen de Daniel Ortega que asuma medidas para evitar que la pandemia del coronavirus COVID-19 se descontrole en Nicaragua, Rosario Murillo, mujer de Ortega, anunció para este sábado que unos 250 mil brigadistas iniciarán visitas casa por casa “compartiendo y explicando las medidas de prevención, higiene y seguridad”. La meta es visitar un millón de hogares en una semana.

Para el doctor Álvaro Ramírez, epidemiólogo nicaragüense radicado en Irlanda, la acción anunciada por Murillo es precisamente “lo que no se debe hacer”. “Todas esas medidas de movilización social, contacto uno al otro, es exposición de personas y aumentan la transmisión”, dijo.

“Este sábado vamos a desplegarnos en fuerza de espíritu, en gracia de Dios y con la fortaleza de la fe y la esperanza; en estos tiempos de COVID-19 donde el amor debe prevalecer”, dijo Murillo al anunciar la masiva visita casa a casa.

Desde finales de febrero pasado, el régimen de Daniel Ortega anunció su decisión de ir en dirección contraria a las disposiciones que otros países del mundo están tomando para frenar el avance del coronavirus. La sancionada asesora presidencial, Sonia Castro, aseguró que el Ministerio de Salud (MINSA) “no ha establecido ni establecerá ningún tipo de cuarentena en el país” y Rosario Murillo dijo que Nicaragua no dispondría restricciones migratorias, tal como han hecho los países vecinos.

Desoyendo las recomendaciones del distanciamiento social en que insisten los expertos, el régimen de Ortega organizó el sábado pasado una marcha con sus simpatizantes y funcionarios denominada “Amor en tiempos del COVID-19”.

Esta semana Nicaragua registró oficialmente sus primeros dos casos confirmados. El primero se conoció el miércoles y se trata de un militar activo del Ejército, de 40 años, que viajó recientemente a Panamá; y este viernes Rosario Murillo anunció el segundo caso, un paciente con VIH, hipertenso y diabético, que viajó a Colombia.

En toda su comunicación, Murillo insiste en que los casos de coronavirus registrados “son importados” para trasmitir una sensación de seguridad y control en Nicaragua, a pesar que el primer caso, se sabe, viajó tres días a Panamá y fue internado al segundo día de su regreso a Nicaragua.

La opositora Coalición Nacional acusó al régimen orteguista de “querer imponer a la ciudadanía nicaragüense un ambiente de seguridad y normalidad” que “contradice cualquier lógica o protocolo de atención en la materia”.

“El régimen sigue llamando a actividades masivas y aglomeraciones de personas, no se cierran fronteras, se da muy poca información sobre las medidas básicas para evitar el contagio a la población, y no se provee al personal de salud del material necesario para su protección. Se carece de un llamado a la sociedad de quedarse en sus casas para contener la pandemia. Las escuelas siguen recibiendo cientos de niños y niñas y las universidades y demás instituciones públicas del país no aplican medidas de prevención”, dijo el viernes en un comunicado el organismo que agrupa a varios movimientos y partidos opositores.

Esta semana se realizó un simulacro de terremoto, que según cifras oficiales involucró a un millón y medio de nicaragüenses, se siguen recibiendo cruceros turísticos en los puertos de Corinto y San Juan del Sur, los niños han sido sacados de las escuelas para conmemorar efemérides sandinistas, y la codirectora de Turismo, Anasha Campbell, anunció un plan de 80 actividades a realizar en Semana Santa, “como parte de la restitución del derecho a la recreación sana, al esparcimiento, y al disfrute del arte y la cultura en tranquilidad y paz”.

Las actividades anunciadas por el régimen contemplan misas campales, viacrucis acuáticos, concursos gastronómicos y presentaciones teatrales de contenido religioso en varios municipios, entre otras actividades.

Sin embargo, el epidemiólogo Álvaro Ramírez considera que en tres semanas Nicaragua estará con los “hospitales abarrotados con gente con neumonía”. Según el experto en estos momentos se vive en el país una “propagación silenciosa” que en julio podría estar alcanzado al 70% de la población. “En mis 36 años como epidemiólogo nunca había visto algo como esto”, dice en alusión al COVID-19.

Ramírez pide al régimen que recapacite y llame a la población a un paro, a que se quede en casa, porque de poco servirá que cuando los hospitales estén llenos “empecemos a gritar: ¡Todo mundo en casa! ¡Todo mundo en casa! Ya será muy tarde y vamos a tener a muchos de nuestros pacientes, nuestros abuelitos, teniendo fibrosis pulmonar”.

Pone como ejemplo el caso de Italia que “cuando los casos empezaron aparecer no se pararon los partidos de futbol, ni las actividades políticas ni las religiosas, y la explosión masiva se dio silenciosamente”.

Otro experto, el doctor Miguel Orozco, especialista en Salud Pública, critica “el secretismo” con que se maneja el régimen de Ortega. “No sabemos cómo está la epidemia. Nos hablan de dos casos, pero si multiplico esos dos por el número de contactos potenciales tenemos más que eso. Lo que sucede es que no se han realizado exámenes. Como no sabemos cuántos enfermos tenemos, no sabemos cuál es el nivel de respuesta en este momento. Tenemos una vigilancia pasiva, que es sentarse a esperar a ver qué cae, en vez de una vigilancia activa que sería buscar casos, como hizo Taiwán o Corea”.

El miércoles llegó a Nicaragua una brigada de médicos cubanos integrada por virólogos, epidemiólogos y médicos clínicos intensivistas, que reforzarán el sistema de salud para enfrentar la epidemia.

También se anunció el uso de la controversial planta de vacunas Mechnikov para empezar a producir con apoyo cubano el medicamento conocido como Interferón Alfa 2B con fines de uso interno y de exportación. Esta planta fue inaugurada en 2017 pero nunca funcionó sacudida por escándalos de corrupción en su manejo.

“Como ustedes saben el interferón es uno de los medicamentos que se está utilizando contra el COVID 19. Ya Nicaragua ha adquirido una cantidad necesaria de Interferón de Cuba, pero ante las posibilidades que tiene nuestra planta de vacunas Mechnikov, estamos evaluando como en un proyecto rápido, empezar a fabricar el producto aquí mismo en Nicaragua y de esa manera que Biocubafarma pueda explotarlo, venderlo no solo aquí en Nicaragua sino exportarlo a otros países de Latinoamérica”, explicó Roberto López, el sancionado presidente ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS).

Orozco dice que las acciones que hasta ahora ha emprendido el régimen no responden a la estrategia recomendada por la Organización Mundial de la salud (OMS) ni a los que están haciendo los países vecinos.

“Podemos observar en nuestro vecindario se están siguiendo las orientaciones de la autoridad mundial, la Organización Mundial de la Salud, al pie de la letra. Lo que se hace en Nicaragua se aparta completamente, empezando por la estrategia del distanciamiento físico, no social porque uno sigue en contacto a través de los medios de comunión”, señala.

Preguntado si en Nicaragua se estaría siguiendo el modelo adoptado por Inglaterra y que es conocido como “inmunidad del rebaño”, donde se manejan los contagios más graves en correspondencia con las capacidades hospitalarias, dice que hasta ahora el régimen no ha manifestado que esa sea su intención. “Si es así, la población tiene que saber cuál es la orientación que se está siguiendo para poder colaborar”, dice.

Sobre la movilización masiva de este sábado, casa por casa, anunciada por Rosario Murillo, dice que esas estrategias son propias de otras enfermedades como el dengue, pero no para el COVID-19.

“Más que sea correcto o incorrecto, no lo veo en ninguna de las recomendaciones de la OMS, no lo veo en ninguno de los países, no sale en la experiencia ya sistematizada de la respuesta a la epidemia ni en China, ni en Italia, ni en Inglaterra ni en ninguno de los países latinoamericanos ya afectados. Más bien se orienta: quédese en su casa, y si siente síntomas, repórtelos, y solo en caso de gravedad comprobada por el médico es que usted va a ir al servicio de salud que le orienten”, indica Orozco.

Hombre contagiado de coronavirus es un militar del Ejército Orteguista

Hospital Militar de Managua / Foto cortesía

El medio digital CONFIDENCIAL aseguró el jueves 19 de marzo que, el nicaragüense de 40 años, confirmado un día antes como el primer caso positivo del COVID-19 en Nicaragua, se trata de un militar del Ejército Orteguista, es por ello que el régimen orteguista maneja con hermetismo los detalles de la información del paciente, que supuestamente fue contagiado en Panamá.

Según CONFIDENCIAL, fuentes vinculadas al Ministerio de Salud (MINSA) confirmaron dicha información, la que también fue investigada por el medio a través de su cédula de identidad y su “hoja médica de evolución diaria”, cuyo diagnóstico declara “positivo para covid-19, Hipotiroidismo”.

El militar se encuentra internado en el Hospital Militar de Managua, desde el 18 de marzo. El documento hospitalario detalla que el cargo del paciente es: “militares activos”.

Álvaro Rivas Castillo, vocero del Ejército Orteguista indicó a CONFIDENCIAL referirse con el Minsa sobre el tema, sin negar ni afirmar el caso del militar enfermo.

“En relación a su pregunta enviada por correo el día de hoy 19 de marzo 2020, quiero referirle que toda información relacionada al COVID-19 tiene que ser consultada con el MINSA. Sin más a que referirme, me despido de Usted”, escribió Rivas Castillo a CONFIDENCIAL.

Anoche, Rosario Murillo dijo que el paciente viajó a Panamá entre el 13 y 14 de marzo y regresó a Nicaragua el domingo 15 de marzo, vía aérea. Esto fue confirmado también por fuentes de Migración y Extranjería, que relataron a CONFIDENCIAL que funcionarios superiores les comentaron que el paciente era “del Ejército”, y que debían de inmediato “buscar a todas las personas que venían en el avión con él”.

Puede leer la nota de CONFIDENCIAL aquí

Minsa no pondrá en cuarentena a personas que tuvieron contacto con paciente contagiado de coronavirus

En el centro, la ministra de Salud, Carolina Dávila

El régimen orteguista sigue actuando de forma negligente ante la pandemia del coronavirus. Luego de conocerse sobre el primer caso positivo del COVID-19 en el país, el Ministerio de Salud (MINSA) informó el jueves 19 de marzo que, ya localizó y no pondrá en cuarentena a las personas que tuvieron contacto con el paciente de 40 años que supuestamente se contagió en Panamá y llegó a Nicaragua el domingo 15 de marzo por el Aeropuerto Augusto C. Sandino de Managua.

Carolina Dávila, ministra de Salud, aseguró que el paciente al llegar al país estaba asintomático, y que “fue examinado, se le dio vigilancia y todas las recomendaciones” en el Aeropuerto, y que presentó síntomas hasta el 17 de marzo.

Pese que un día antes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) le pidió a todos los países entrar en cuarentena y hacer pruebas frente a la pandemia del virus que ha dejado más de 8.000 muertos en todo el mundo; en Nicaragua las autoridades decidieron no poner en cuarentena a los posibles contagiados por el hombre de 40 años, y esperar hasta que estos presenten síntomas para proceder a hacerles los exámenes correspondientes.

“Estamos en el proceso de visitar a todos los contactos que tuvieron con este paciente los cuales ya están localizados y que estamos en este momento viendo los síntomas. En caso que nosotros tenemos alguna persona que tenga síntomas, este será tomada la muestra y se harán procedimientos que corresponden a un paciente que tenga los síntomas de ingresarlo a una sala para la atención”, dijo Dávila.

La ministra indicó que el paciente contagiado de coronavirus se encuentra hospitalizado y estable.

El MINSA llamó a las personas a visitar el centro médico más cercano si presenta síntomas del COVID-19 y dispuso de un número telefónico para las personas que deseen orientación sobre la enfermedad: 8418-9953.

Médicos estadounidenses denuncian la negligencia del MINSA frente a la pandemia del coronavirus

Médicos de Corner of Love

Al menos cuarenta médicos y una treintena de activistas de Estados Unidos y de otros países del mundo integrados en la organización benéfica Corner of Love (Rincón de Amor) denunciaron a través de un comunicado “las acciones inadecuadas y peligrosas” del Ministerio de Salud (MINSA) de Nicaragua, ante el brote del coronavirus.

Los médicos señalan que la población nicaragüense se encuentra desprotegida debido a que el régimen orteguista ha ignorado recomendaciones como el cierre temporal de las fronteras, la prohibición de los vuelos procedentes de destinaciones internacionales, o poner en cuarentena a aquellos con síntomas o conexión con las áreas afectadas.

El documento de Corner of Love, indica que en cambio, la dictadura Ortega-Murillo ha convocado marchas y otras reuniones. “Esto es peligroso para el pueblo nicaragüense y es contrario a las fuertes recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control de Enfermedades para detener la propagación de COVID-19”, alertan los médicos.

“Ante la ausencia de medidas correctas por parte del gobierno nicaragüense, y atentos a los que murieron en los últimos 24 meses debido a la falta de atención medica causado por órdenes de no atender a opositores heridos, elevamos una voz colectiva de preocupación por la población desprotegida de Nicaragua y los refugiados vulnerables en los países vecinos”, dice el comunicado. 

Los médicos piden al mundo que “vuelva a enfocar sus ojos en la nación sufriente de Nicaragua y alertamos a los ciudadanos de Nicaragua sobre el peligro real que enfrenta el país”. 

Corner of Love es una organización que trabajó en Matagalpa, Nicaragua desde 1992, a partir de la crisis iniciada en abril de 2018, sus directivos decidieron irse a Costa Rica para atender a los nicaragüenses refugiados en ese país.

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