Nacionales · 24/06/2020

Lea Valle: “Cuanto le pido a Dios que ese perro se vaya, que se desaparezca de Nicaragua”

Doña Lea Valle, madre de los adolescentes Yojeisel Pérez Valle de 16 años y Francisco Pérez Valle de 12, asesinados el 12 de noviembre de 2017 por el Ejército Orteguista, en la comunidad San Pablo 22 de La Cruz de Río Grande del Caribe Sur, continúa demandando justicia y que le entreguen los restos de sus hijos para darles cristiana sepultura.

Han pasado más de dos años y Valle sigue reclamando el cuerpo de sus dos hijos, asesinados junto a su esposo durante un operativo del Ejército, quien los acusó de pertenecer a una banda delincuencial, lo que la madre ha negado tajantemente.

Yojeisel Pérez Valle de 16 años y Francisco Pérez Valle de 12 (q.e.p.d.)

La Mesa Redonda habló con la campesina, cuyo caso será abordado en el documental “Nicaragua campesina, la nación ajena”, previsto a estrenarse el próximo 27 de junio a las 5:00 de la tarde, a través de las redes sociales del programa Expediente Público y otros medios de comunicación independientes.

Los hijos de doña Lea presentaban en sus cuerpos signos de tortura, según denuncias de su madre, incluso la madre ha afirmado la niña fue abusada sexualmente.

Los cadáveres fueron enterrados junto a otras cuatro personas en una fosa común en La Cruz de Río Grande, sin la presencia de su madre, y en diciembre del 2017 la Policía aseguró que se exhumarían los cuerpos para entregarlos a sus familiares, pero esto nunca ocurrió.

“Ha sido difícil que los cuerpos me los entreguen, mi niña tenía 16 años, mi niño de 12 años, me ha dolido mi corazón que me quitaron a mis hijos, ellos eran inocentes, no tenían porqué quitarles sus vidas”, expresó Valle en entrevista con el periodista Sergio Marín Cornavaca, director de La Mesa Redonda.

“Yo siempre lloro, no puedo ver una foto de ellos, lloro a mis hijos, vivo sufriendo junto con mis otros tres niños que me quedaron”, sostuvo la mujer madre de una niña de 13 años, otro de 11 y uno de 7 años que es discapacitado.

“Me siento afligida porque no ha habido respuesta, me siento desesperada, mi situación es dura. Yo me desespero, que me entreguen mis hijos”, comentó Valle con amargura.

Junto a los tres niños que le quedaron, doña Lea también pidió ayuda, puesto que por la persecución del régimen y sus militares ha tenido que andar “rodando”. Necesita un lugar propio para vivir y dejarles un techo a sus hijos. Actualmente alquila una casa que deberá abandonar porque la dueña la desalojó.

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Valle habla con profunda tristeza y sollozante, “esos perros se comieron a mis hijos”, se quejó.

Además de responsabilizar al Ejército, doña Lea también culpa al dictador Daniel Ortega por los crímenes contra los campesinos y disidentes, tildándolo de “perro”.

“Ese hombre que está en Nicaragua (Daniel Ortega), que dicen que es gobierno, eso no es gobierno, ese es un asesino, violador, asesina a los niños. Cuanto le pido a Dios que ese perro se vaya, que se desaparezca de Nicaragua, y no solo yo, todos los nicaragüenses”, declaró.

“Son montones de gente que ha mandado a matar, él sigue asesinando al pueblo, a la gente del campo (…) Soy la primera que dijo que se vaya ese perro viejo de Nicaragua”, insistió.

Los hijos de Lea Valle se encontraban visitando a su padre el 12 de noviembre de 2017, el progenitor de Francisco Pérez y su hermano Rafael Pérez, eran alzados políticos en armas contra el régimen orteguista, quienes también fueron asesinados ese día junto a otros dos armados más.