Opinión / Ensayos · 06/06/2023

Los insignificantes pero aleccionadores 200 mil dólares

El poderoso y hasta ahora intocable, Grupo Pellas, fue multado con 200 mil dólares por una institución pública de presencia y existencia cercana a lo etéreo, el Instituto Nacional de Promoción de la Competencia de Nicaragua (Procompetencia), la acusación fue por “prácticas anticompetitivas”; dicha multa pasaría desapercibida si la empresa afectada fuese “una más”, y si además no se tratara, como en efecto lo es, de una especie de rebote del discurso oficialista lanzado por el gobierno, a través del vocero más injurioso, agresivo y servil del sandinismo neoliberal, el controversial agitador radial William Grigsby. Y es que el veneno lanzado por este personaje se convierte a la larga en acciones efectivas del régimen, ya sea a través de sus instituciones o de sus aparatos represivos oficiales y paraoficiales.

La declaración de ilegalidad de ONG´s, las confiscaciones, y las acusaciones de lavado de dinero a la iglesia católica, son parte de la arrasadora cruzada frontal contra toda actividad que “haga sombra” al Estado benefactor, pero además, como “castigo”, por su participación, involucramiento o sospechas de apoyo, al erróneamente definido, intento de golpe de Estado, esgrimido por la dictadura y que desembocó en el asesinato de más de 350 personas y el desencadenamiento de una ola de terrorismo de Estado, que todavía está en desarrollo. Y a pesar que el segmento más poderoso de la empresa privada apoyó públicamente el pedimento ciudadano de relevar a Ortega y su familia del poder, hasta ahora no han sido “castigados” frontalmente por la dictadura, pero parece que eso podría estar llegando a su fin.

Podemos sospechar que el llamado Grupo Pellas hace uso sistemático, y ciertamente muy beneficioso, de prácticas anticompetitivas, y para muestra tomemos el ejemplo de los repuestos automotrices de las marcas de vehículos que este grupo distribuye, usted no las encuentra en ningún establecimiento comercial que no sea de ese grupo empresarial, es decir existe un monopolio que, por definición, afecta los intereses de los consumidores. Lo anterior puede ser comprobado fácilmente y me atrevería a decir que hay centenares de personas que pueden dar testimonio de tal cosa; pero yendo al campo de las probabilidades y la especulación, sospechamos que han existido acercamientos entre el poderoso grupo de empresarios y banqueros, con sectores allegados a Ortega, que sienten amenazada su existencia, o ganancias, por la prolongada crisis, que no tiene visos de ser superada, mientras Ortega y su familia sigan atornillados al poder.  

Un balance entre los beneficios recibidos de la dictadura, disfrazado bajo el hipócrita concepto de alianza público-privada, y una exigua multa de 200 mil dólares, nos indica una señal inequívoca del régimen hacia el sector privado, el que sigue gozando de beneficios directos e indirectos, de que no están totalmente protegidos por la inmunidad e impunidad proporcionada hasta ahora. La defenestración de funcionarios de extrema confianza de la dictadura, como es el caso del retirado general Halleslevens, bien pudieran ser parte de una misma trama, pero también recordemos que Ortega, como viejo zorro, “pierde el pelo, pero no las mañas”, y podría estar sembrando trampas, para que su círculo cercano se sienta en peligro y es en esas condiciones puedan cometer errores, que los ponga al descubierto en su desacuerdo con la permanencia del régimen.

La verdad es que todo lo que se diga acerca del régimen cae en el terreno especulativo, tanto por la secretividad con que se maneja la información, como por la falta de espacios que permitan investigar los hechos. Lo cierto es que la dictadura no atraviesa por su mejor momento, y sus acciones sólo muestran la enorme desconfianza a lo interno del círculo de poder; faltan acciones contundentes que sólo podrían venir del exterior, y que añadirían desequilibrios, probablemente insalvables al régimen, tal como las sugeridas acciones económicas en contra de los activos y negocios de la fuerza armada. Allí deben enfilar sus cañones los presidenciables y sus respectivos anillos de confianza en el exterior, en lugar de hacer cabildeos que los promuevan como los escogidos del Departamento de Estado.

Ezequiel Molina

Junio 6, 2023