Opinión / Ensayos · 29/10/2021

Los sapos en Nicaragua… “oye sapo”

Por: David Pérez

“El fin justifica los medios”

El sapo es un anfibio que respira a través de bronquios en su estado de larvario y experimenta una metamorfosis al llegar a la a la adultez. Los sapos también se definen como anuros por no tener colas, pero este horrendo animal te echa leche, mata con su veneno, además, es horroroso en su aspecto. Para algunos conocedores de estas especies anfibias puede resultar muy tóxica para las ranas, pero no para los humanos.

Esta palabra es parte de la jerga del Nica y, es más usada en nuestra población para señalarlo, como Sapo. Sin embargo, desde tiempos pasados ha sido nuestra jerga popular para señalarnos incluso entre nuestros mismos hermanos y les doy una de esta expresión clásica: “no jodás vos sos un sapo” son estos unos de los ejemplos para demostrar quién era más sapo con su papá o con su mamá en nuestro seno familiar, y en nuestro centro de labores a ver quién era más sapo con su jefe. Es importante señalar que el significado de esta palabra ha traspasado nuestras fronteras y en algunas cadenas de televisión por ejemplo los presentadores y periodistas de CNN.

Ese léxico es, una bajeza hacia uno mismo. Es un sentimiento de servilismo contra uno mismo en términos peyorativos y es un feo epíteto que suena en la coyuntura actual. Es un sinónimo de serruchadera de piso en nuestra SOCIEDAD… ¿Estuvo oculta o en el baúl de los recuerdos este feo epíteto, Sapo? Lo que sí creo que salió a luz pública desde la toma del poder de Daniel Ortega en 2007 cuando ya se dieron las primeras actividades en defensa de su régimen y los primeros en ser señalados son los profanos rezadores en las diferentes rotondas de Managua.

También es un sustantivo que se le conoce a los seguidores de la dictadura, tan es así, que ya les cayó en gracias porque el cantante Chinamero, Gustavo Leyton ya compuso una canción con el título “El sapo Sandinista” nada parecido a una recordada danza folclórica de los Hermanos Palacios, El Sapo.

Esta palabra sapo, se le etiqueta a los simpatizantes oficialistas, funcionarios públicos y trabajadores del estado en distintos poderes, al parecer ya no les incomoda, más ahora con el lanzamiento de esa canción de en video clic de Gustavo Leyton que ya suena en las emisoras oficialistas y en los medios televisivos en un video clic.

Un amigo, desde la juventud en la secundaria y a quien le tengo mucho aprecio le dicen sapo por su afinidad al orteguismo, en una conversación con él, le pregunté que, si se sentía mal que le dijeran sapo, me sorprendió cuando de inmediato me dijo lo siguiente: “si, si me arrecha que me digan sapo”, expresó, recalcó, “prefiero que me mencionen a mi madre no me siento ofendido”. El fanatismo como el del cantante Gustavo Leyton hacia su partido es una clara ambición por la una doctrina política.

Algunos dicen, como para justificar su fanatismo a la dictadura, “es parte de nuestra cultura popular”.