Nacionales · 04/03/2022

Madre de preso político no tiene nada que conmemorar el Día de la Mujer

*Por Voces en Libertad

Una humilde mujer de Masaya hace hasta lo imposible por visitar a su hijo detenido injustamente. En su casa no hay alegría por la situación angustiante que vive su vástago

El mejor regalo que podría recibir doña María Elena Hernández de Masaya, este próximo 8 de marzo cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer, sería la libertad de su hijo Denis Javier Palacio Hernández de 33 años, pues desde hace 33 meses se encuentra encerrado en las mazmorras sandinistas, solo por opinar diferente al régimen Ortega- Murillo. Esta situación tiene muy afectada a esta madre que a diario le pide al Altísimo para que su hijo pueda salir de esa situación política.

Su hijo fue sentenciado a 6 años de cárcel por la justicia sandinista acusado de “terrorismo”. Según su progenitora, Palacio fue detenido en plena vía pública el 23 de julio de 2019. 

Cuando la señora se enteró de la detención de su hijo, fue a la estación policial de Masaya para averiguar sobre el caso, pero su impresión al verlo esposado, le sacó las lágrimas porque su hijo es un hombre de oficio panificador y muy honrado que nunca se ha metido en problemas con la justicia. En ese momento ella solo logró verlo por cinco minutos, y el funcionario policial Lester Ortiz le advirtió que si hacía “drama” también la metían a la cárcel. Desde ese día en esta sencilla casa de Masaya, no hay nada que celebrar.

“De Herodes a Pilatos”

Siempre me hicieron gastar dinero y energías, porque mientras mi hijo continuaba preso en Masaya, me decían que iba a para Managua y yo viajaba, pero era mentira, me estaban ‘boleando’, para mí era doloroso la forma en que trataban a mi hijo, lo sacaban esposado acompañado de varias patrullas, escondido, como si era el Chapo Guzmán, todo eso me ha dolido. Este ocho de marzo para mí no hay nada que celebrar porque como mujer estoy destrozada por el Gobierno de Nicaragua, ante los ojos de Dios, él es inocente y para mi es terrible verlo preso, yo no deseo que ningún familiar tenga algún preso político porque es terrible cómo los tratan”, mencionó Hernández.

Él tuvo COVID 19 cuando esta pandemia inició en Nicaragua, pero gracias a Dios se pudo recuperar, tal vez por lo que es joven. Yo hago mucho esfuerzo para poder llevar sus cositas a la cárcel, usted sabe que la situación económica en Nicaragua está crítica, mi familia tiene que hacer hasta lo imposible y ahí voy recogiendo para poder comprar sus víveres, y es con mucho sacrificio, pero lo tengo que hacer porque mi hijo necesita muchas cosas en la cárcel, y pues gracias a Dios he sabido que lo que le llevo pues le llegan a sus manos”, agrega la señora.

Fortaleza para cargar esta cruz

Con mucha entereza, la señora toma fuerza de su interior mientras contempla una fotografía de su hijo que sostiene entre sus manos para enviarle un mensaje a las mujeres nicaragüenses que tienen a algún hijo preso político a no desanimarse y pedir a Dios fortaleza, “pido que tengan sabiduría para poder cargar con esta cruz que es muy pesada, yo no quisiera que ninguna madre pase por esto, les digo a todas las madres que están sufriendo igual que yo, que doblen sus rodillas ante el Señor y pedir de que un día no muy lejano van a salir porque todos son inocentes”.

Yo le digo a Rosario Murillo, que no hay nada que celebrar para las mujeres nicaragüenses este ocho de marzo, porque a ella no le gustaría estar en nuestros zapatos. Yo sé que ella está feliz, porque tiene dinero y tiene a sus hijos bien resguardados en casa, pero Dios quiera que nunca viva esta situación porque esto es lo más terrible que le puede pasar a una madre, al ver a sus hijos esposados solo por opinar diferente”, subrayó la dolorida madre.