La tragedia se presentó en la mañana del lunes en la vía que comunica a Ciénaga con Barranquilla, a la altura del municipio de Tasajera, departamento de Magdalena, en Colombia. Según las autoridades, el camión se salió de la vía en el kilómetro 48 y explotó mientras decenas de personas saqueaban el vehículo, dejando a siete personas calcinadas en el lugar y otras cuatro murieron en hospitales.
La explosión fue gigantesca, las llamas se esparcieron por el lugar. El conductor del vehículo logró salir minutos antes, por lo que no sufrió lesiones.
“La Policía llega después de siniestro vial a atender la situación, a conminar a la comunidad para que no se acerque a esta zona de riesgo, pero desafortunadamente alguna situación social y también la cantidad de gente que llega a hacer esta actividad es mucha. Nos concentramos en advertir en avisar en conminar a la comunidad para que no se agolpe frente a un vehículo con combustible”, afirmó el coronel Óscar Solarte, comandante de la Policía de Santa Marta.
Los heridos que son atendidos en hospitales de Ciénaga, Santa Marta, Barranquilla y Valledupar permanecen bajo pronóstico es reservado. El gobernador de Magdalena, Carlos Caicedo, a través de Twitter aseguró que pidió apoyo de la Fuerza Aérea y el Ministerio de Salud para el traslado a Bogotá de 19 pacientes.
Por su parte, el presidente Iván Duque envió un mensaje a las víctimas del accidente: “Es realmente una situación dolorosa (…) el mensaje es de solidaridad con las personas que perdieron sus seres queridos en este siniestro”, expresó el mandatario.
El conductor del camión habló con el medio local Noticias RCN sobre lo ocurrido e incluso aseguró que él mismo le advirtió a las personas que estaban sacando combustible del vehículo, que en cualquier momento podría incendiarse.
Manuel Castaño se desplazaba, como ya estaba acostumbrado, hacia Santa Marta desde Barranquilla con un camión cargado con gasolina. Este era un recorrido que ya conocía, pues venía haciéndolo desde aproximadamente un año. Según él, su camino iba bien, hasta que inesperadamente, una caimán se cruzó en su camino y en un intento por esquivar al animal, el vehículo se salió de control y se volcó.
“Yo me salgo como puedo, después aparece un muchacho en una moto que me pregunta cómo estoy. Me dijo que si había llamado al peaje y yo le dije que no, porque el teléfono lo tenía adentro, los papeles estaban dentro del camión”, manifestó.
Luego de que llegó la Policía, Manuel expresa que muchas personas se acercaron al camión para sacar gasolina, “yo les dije: eso es corriente, gasolina corriente, esa vaina se puede prender”, pero incrédulos ante la advertencia, el conductor recibió esta respuesta “tú no te metas”.
Él se percató de que otras personas, supuestamente, se querían robar la batería del vehículo, por lo que decidió alejarse, pero no mucho tiempo después, sintió a sus espaldas el fuerte estruendo de la explosión, que segundos después, marcaría la vida de varias de personas.
Tasajera, es un pueblo de pescadores que en pocos minutos llegaron con tanques, pimpinas y baldes a sacar el combustible del camión cisterna.
Justo cuando había un gran número de personas, una falla mecánica del vehículo habría ocasionado la chispa que generó el incendio. También se investiga si alguien habría manipulado la batería del camión.
Uno de los policías que atendió el accidente aseguró que se “insistió a la ciudadanía que se retirara, pero se nos vinieron encima, así que no tuvimos otra opción que retirarnos. Casi que segundos después vimos de lejos como se prendía en llamas el camión y la gente gritaba desesperada”.
En el lugar había 11 policías. Estos, según el Coronel Solarte, no pudieron evitar la aglomeración en torno al camión.
Las imágenes de la tragedia son desgarradoras. Unos gritaban mientras corrían prendidos en llamas, otros –sin ropa– trataban de llegar a las aguas de la Ciénaga Grande, mientras que algunos —con sus pieles desprendidas— pedían auxilio o caminaban al centro de salud de Puebloviejo.
En el lugar quedaron calcinadas las siete víctimas; al lado, hechas cenizas, las motos en las que los esperaban cuando fueron sorprendidos por las llamas.
La tragedia ocurrió en uno de los pueblos más pobres del Caribe colombiano. La situación es tan difícil que, según los habitantes, hay quienes están atentos a cuanto camión se voltee o quede varado para obtener algo de su mercancía.