Al menos 3.743 personas permanecen en refugios y sin poder volver a sus casas tras el paso devastador de los huracanes Eta e Iota, de un total que llegó a superar las 160.000, según información de la vicedictadora Rosario Murillo.
Los damnificados, divididos en 749 familias, no han podido volver a sus casas debido a la crecida de los ríos que separan a sus casas de los centros de albergue en los que se encuentran, sostuvo la mujer de Ortega.
Un total de 560 familias permanecen refugiadas en el municipio de Waspam, cerca de la frontera con Honduras, y otras 189 en la ciudad de Bilwi, ambas localidades de la Región Autónoma del Caribe Norte (RACN), donde los huracanes Eta e Iota impactaron con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, reportó la agencia EFE.
Eta causó daños en Nicaragua que el régimen orteguista valoró en 178 millones de dólares, así como tres muertes, según reportó la Cruz Roja Nicaragüense y que no fueron reconocidas por la dictadura.
Trece días después el Iota tumbó lo que Eta había dejado en pie, al seguir casi el mismo recorrido que su antecesor.
Las autoridades hasta ahora han reconocido que el ciclón causó 21 fatalidades, aunque listas no oficiales han identificado 28 víctimas mortales.
Según el régimen, ambos huracanes causaron pérdidas por 742 millones de dólares, es decir el 5,9 % de Producto Interno Bruto (PIB) del país.