Nacionales · 18/06/2020

Mauricio Claver-Carone, una piedra en el zapato de Ortega si gana la presidencia del BID

El Gobierno de Estados Unidos anunció el martes 16 de junio a Mauricio Claver-Carone como candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), si llegase a ganar –lo que es muy probable– sería una piedra en el zapato del régimen de Daniel Ortega, debido a que dificultaría la captación de recursos externos a Nicaragua, tomando como referencia su alineamiento con el presidente Donald Trump y como antecedente que en diciembre de 2019, dejó al régimen fuera de un programa millonario de ayuda de Estados Unidos para América Latina.

Esta es la primera vez en 60 años de historia del BID que Estados Unidos nombra a un candidato para dicho cargo. Hasta ahora todos los máximos responsables de ese organismo han sido latinoamericanos.

Claver-Carone, un funcionario de origen cubano nacido en Miami y actual director para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Es uno de los políticos allegados al presidente estadounidense, Donald Trump. El encargado de dar a conocer su candidatura fue el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.

En una entrevista realizada ayer miércoles por la agencia EFE Claver-Carone se mostró “muy confiado” de que conseguirá ascender al cargo y argumentó que elegir a una figura “conocida” como él ayudará a la región a superar la crisis económica.

En la entrevista aseguró que ha conseguido el apoyo de quince países de la región, lo que en principio le permitirá ganar las elecciones de septiembre, porque Washington controla el 30% del poder de voto en el BID.

Aunque las posiciones políticas de Claver-Carone con relación a Venezuela, Cuba y Nicaragua no facilitan la aceptación de su candidatura por unanimidad. Pero Donald Trump no se caracteriza por buscar la adhesión sino que ha hecho del disenso y confrontación su política, señala un artículo de opinión del Clarín.

En Nicaragua, el economista Eduardo Solórzano, manifestó que Claver-Carone “pondría en serias dificultades la captación de recursos externos por parte del gobierno de Nicaragua, ya que este señor se rige en la misma línea estratégica de presión y de sanciones que el gobierno del señor Trump ha venido usando”.

“Esto se traduce a que no haya reembolsos o no haya desembolsos de préstamos, inclusive a veces préstamos que tienen que ver con ayuda humanitaria o también ayudas financieras, y esto traería graves consecuencias a la administración actual, debido a que el señor Mauricio Claver –si es que gana la presidencia—va a ejercer la misma línea de acción que ha venido haciendo la administración Trump”, dijo Solórzano a Radio Corporación.

El funcionario estadounidense se ha declarado protector de la democracia y de los derechos humanos en el hemisferio occidental, y opositor de las dictaduras, pues considera que “no es cuestión de ideología, es cuestión de principios democráticos, y yo siempre voy a proteger esos principios democráticos”.

Por su parte, Róger Arteaga, exgerente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), explicó al diario La Prensa que la intención del Gobierno de Trump de quedarse con la presidencia del BID es para continuar su presión contra las dictaduras, incluida la de Ortega.

“Estados Unidos está tratando de asegurarse los puestos claves en estas instituciones por la política que están implementando de ver cómo eliminar las dictaduras de América Latina. Entonces, el candidato que han escogido no ha sido un banquero, no ha sido un empresario, no ha sido un académico, sino que ha sido un halcón del Departamento de Estado, que ya se manifestó en contra de Ortega al excluirlo del programa de ayuda para América Latina”, comentó Arteaga.

En diciembre del 2019, cuando se anunció el programa de inversión conocido como “América Crece”, Claver-Carone, aseveró que el programa solo iba a beneficiar a toda la región, pero excluyó a Nicaragua, Venezuela y Cuba por considerarlas naciones no democráticas.