Nacionales · 29/12/2021

Médicos en alerta pese a que no hay reporte oficial sobre incidencia de ómicron en Nicaragua

Nicaragua, uno de los países más criticados durante la pandemia por la falta de medidas de prevención, de información transparente a sus ciudadanos y por el manejo de la emergencia sanitaria, no ha reportado oficialmente hasta la fecha casos de contagios de la variante ómicron que impacta en Centroamérica.

Tampoco han sido orientadas medidas públicas de prevención para este periodo de festividades de fin de año.

La nueva variante ya se ha reportado en varios países de la región, entre ellos Panamá y Costa Rica, vecinos de Nicaragua.

Hasta el 28 de diciembre fueron reportados 18 casos en San José, según informó el diario local La Nación, y en Panamá el Ministerio de Salud reportó 26 contagios.

El epidemiólogo nicaragüense Leonel Argüello, fundador del Ministerio de Salud, explica a la Voz de América que las variantes surgen de un alto nivel de contagio, es decir, que mientras más personas se contagien, más variantes se producen y en Managua esto no podría ser una excepción.

Argüello recomienda las conocidas medidas de prevención, que básicamente son el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, estar en lugares ventilados y vacunarse, incluyendo la dosis de refuerzo.

El experto afirma que en Nicaragua todavía falta fortalecer una serie de medidas para administrar y controlar la pandemia, sobre todo tras las experiencias de meses atrás, cuando se reportaron colapsos en algunos hospitales por la variante delta, pese al negacionismo del régimen que incluso amenazó con suspender las licencias de trabajo a varios médicos que denunciaron la situación.

Necesitamos tener muchos más exámenes de laboratorio para poder identificar a las personas que están con el virus, aislarlas, buscar quiénes son sus contactos, o sea, personas que estuvieron por al menos 15 minutos con ellos a una distancia menor de dos metros y sin ningún tipo de mascarilla, y cortar de esa manera la cadena de transmisión”, explicó.

En ese sentido, insistió en liberar las pruebas de COVID-19, que continúan centralizadas por las autoridades sanitarias desde la llegada de la pandemia, pero hizo énfasis en lo fundamental de acelerar el proceso de vacunación, de tal manera que todo el mundo quede cubierto y que las personas con mayor riesgo de fallecer tengan ya su segunda dosis y su refuerzo.

Educación y transparencia

“Otro elemento importante es la educación. Hemos visto que la educación en salud es fundamental, que la población puede tener el control de la enfermedad y puede ayudar a detenerla siempre y cuando cumpla con las medidas de prevención”, subrayó Argüello.

Durante los primeros meses de la pandemia en Nicaragua, el régimen optó por la “inmunidad de rebaño”, la cual según el epidemiólogo “no funciona por una sencilla razón: el virus está cambiando”.

Digamos, yo tuve COVID hoy, pero mañana surge una variante, yo me infecto con esa variante y no estoy protegido”.

Otro médico que pidió no ser citado por temor a represalias instó a las autoridades a revelar las cifras de contagios y de muertes por la pandemia, y aseguró que son falsos los reportes médicos que han indicado que por semana fallece una persona por COVID-19 en Nicaragua.

Esos datos ayudarían a saber por dónde viene el panorama, pero se vive a ciegas y con cifras absurdas que ni siquiera se han visto en países donde ha habido confinamientos estrictos. Eso genera un caos posteriormente”, señaló.