El epidemiólogo Leonel Arguello brindó recomendaciones sanitarias que la población nicaragüense puede adoptar en medio de los desastres naturales que se den en plena pandemia del COVID-19, a propósito del huracán Iota que está previsto impacte la Costa Caribe de Nicaragua la noche de este lunes y el huracán Eta que pasó por el país hace menos de dos semanas.
Arguello aclaró que primero que todo, las personas deben “quitarse de la cabeza que el COVID-19 esté controlado en el país”, pues por el contrario, existe una segunda ola de contagio y son los jóvenes los que más se están infectando en este momento.
“El huracán Iota es un desastre humanitario que se nos suma al desastre que hubo en Eta y al desastre que tenemos del COVID-19”, dijo Arguello en entrevista con La Mesa Redonda.
El médico señaló que Nicaragua es un país que tiene muchos desastres naturales y “deberíamos de ante mano estar preparados”, en referencia a los albergues, su organización y medidas sanitarias a tomar para que las personas no se enfermen.
La organización de un albergue es fundamental apuntó el experto, destacando que lo primordial es salvaguardar vidas. Y aseguró que las escuelas no deberían usarse como refugios ya que no prestan las condiciones de seguridad necesarias.
En ese aspecto, precisó que un albergue debe contar con mallas antimosquitos, letrinas elevadas, pozos protegidos, no debe haber persianas de vidrio. En medio de la pandemia, tener kit para prevenir el COVID-19, como mascarillas, jabón, careta facial, alcohol, etc.
Las personas deben almacenar agua y estar arropadas para evitar enfermarse de resfriados lo que provocaría que sus defensas bajen.
Arguello agregó que en los albergues debe haber un responsable que esté tomando la temperatura de las personas, un responsable que esté a cargo de la cocina y alimentos. También debe haber condiciones para los animales con los que cargan las personas, como gallinas, perros, etc.
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El epidemiólogo afirmó que, por las intensas lluvias, los suelos se saturarán lo que provoca la contaminación del agua, en ese caso, el agua de la letrina y el agua del pozo se contaminan, por lo que recomendó el método sodis, desinfección solar del agua o clorar el agua para poder consumirla.
“Luego que pase el desastre hay que desinfectar los pozos con cloro”, anotó.
“El Caribe Norte de Nicaragua es el lugar más pobre del país, entonces prácticamente después de un desastre la gente queda más pobre de lo que ya era, y yo aprovecho para hacer un llamado, que no olvidemos a la Costa, porque en un mes a todos se les olvida esto y esta pobre gente ha perdido no solamente sus casas, sino que ha perdido sus cosechas, sus instrumentos para labrar la tierra y sus herramientas de pesca”, comentó el médico.
Finalmente precisó que es una obligación del Estado “prestar ayuda a las personas y es un derecho del ciudadano de recibir ayuda”, pero que esta debe ser sin discriminación racial, de género o partidario.