Nacionales · 13/07/2020

Medio ruso señala que el “gran canal interoceánico” de Nicaragua quedó “en sueños”

El medio ruso Sputnik recordó el fin de semana el proyecto fantasma del “gran canal interoceánico” de Nicaragua que en 2013 brillaba en los titulares de la prensa como un “desafío a Panamá”, pero que hasta la fecha sigue en los “sueños” del régimen de Daniel Ortega, pues nunca comenzó a construirse.

Mientras que el Canal de Panamá cumple un siglo este año, en Nicaragua el proyecto “gran canal interoceánico” sigue “sobre el papel”, destacó Sputnik.

Según el régimen de Ortega y la empresa china HKND Group, principal inversor del proyecto, la vía interoceánica de casi de 280 kilómetros serviría para los barcos más grandes y sería el paso más corto entre Asia y los puertos en la costa este de Estados Unidos.

El inicio de la explotación del Canal de Nicaragua estaba previsto para 2019, mientras que la finalización de las obras de construcción estaba programada para 2029. Pero todo quedó en sueños, a causa de la quiebra del inversor principal, Wang Jing, el chino al que el dictador le dio una concesión por 100 años a la construcción y explotación del canal.

Para Ludmila Símonova, la directora del Centro de Estudios Económicos del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, la construcción del Canal fue “uno de los proyectos más importantes en Nicaragua desde el punto de vista de la inversión directa extranjera”.

Símonova comentó que “las obras se suspendieron en la etapa de preparación, en 2015: los contratistas solo tuvieron tiempo para empezar a construir las carreteras hacia el lugar de las obras de excavación”.

A esto se suma que el proyecto, despertó el rechazo de ambientalistas y campesinos que se verían afectados por dicha constricción.

“Tuvieron cierto efecto las actividades de los ecólogos que consideraban que el canal dañaría el ecosistema en el Lago de Nicaragua, así como la resistencia de la población de las zonas adyacentes. De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Nicaragua, la construcción del canal afectaría los intereses de propiedad de 20.000 personas”, precisó Símonova.

Mientras que para Erika de la Garza, del Instituto Baker de la Universidad Rice (EEUU), lo único que realmente facilitó el proyecto fue “atención internacional”.

La experta recordó que en 2014 “Wang llegó a Nicaragua e inauguró el proyecto, y después de ello no hubo ni un ingeniero, obrero ni maquinaria alguna”.

“De hecho, el año pasado expiraron varias cláusulas del contrato”, agregó. remarcó.

Símonova está segura de que “dado que China hace poco estableció las relaciones diplomáticas con Panamá (en junio de 2017) y participó activamente en la reconstrucción del Canal de Panamá, no ha de esperar que continúe las obras de construcción del Canal de Nicaragua a nivel de Estado”.

La economista enfatizó que “hoy en día el Canal de Panamá es la ruta más cómoda y más eficaz del Atlántico al Pacífico”. Añadió que es poco probable que surja en un futuro próximo una alternativa al Canal de Panamá, y además no es necesaria.

“La grandeza del Canal de Panamá no solo no se ve amenazada, sino que ha ido creciendo a lo largo de los 100 años de su existencia. Y el megaproyecto de Nicaragua, por su parte, sigue siendo un gran sueño”, subrayó Sputnik.