Para Mirna Moncada, consultora empresarial y experta en planificación estratégica con las próximas elecciones del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) previstas para septiembre próximo, el “gran capital” integrante en la oposición nicaragüense, deberá demostrar que practica la democracia interna en su gremio.
En entrevista con La Mesa Redonda, la experta “la democracia en el país tiene que comenzar con la democracia en la sociedad y en este caso en las organizaciones de sociedad civil empresariales, gremiales, y si estas organizaciones no son capaces de tener democracia interna, pues es muy difícil que hay democracia en el país”.
Actualmente, el COSEP se encuentra en un proceso de elecciones para elegir a su próximo presidente y Junta Directiva. Entre los candidatos están los empresarios Mario Hanón, vicepresidente de la Asociación Nicaragüense de Formuladores y Distribuidores de Agroquímicos (ANIFODA); y Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (UPANIC). Además está por verse si José Adán Aguerri actual titular de la patronal –cargo que ha ocupado durante 13 años– decidirá buscar la reelección.
A juicio de Moncada “la reelección debería ser una palabra prohibida en Nicaragua”.
Las cámaras que integran el COSEP han demandado un cambio, debido a la larga permanencia de Aguerri en la presidencia. Y el Instituto Nicaragüense de Desarrollo (INDE) –fundador del Consejo– promueve que haya “principios y valores democráticos desde la gremialidad”.
Moncada sostuvo que existen tres elementos de la democracia: participación igualitaria, transparencia y rendición de cuentas, y garantizar el acceso a los cargos de mayor decisión a todos los miembros.
En ese aspecto, opinó que algunas cámaras del COSEP están “permeadas en la visión del caudillismo, hay un centralismo en la toma de decisiones”, es por ello que ve bien un cambio en la cara de la patronal que demuestre que la democracia que pregona, también es la que practica.
“El COSEP se quedó un poco rezagado en cuanto a la separación de la parte estratégica con la ejecutiva, operar las grandes decisiones de la junta directiva, porque si no corrés el riesgo de ser juez y parte, es decir estás en las decisiones estratégicas y también en las decisiones operativas, eso te hace que vos tengás una gran capacidad de maniobra”, dijo la experta.
En este caso se refiere a la larga permanencia de José Adán Aguerri en la presidencia del COSEP, que a juicio de ella en estos 13 años ha tenido el “sartén por el mango”.
“El problema es que hoy la única voz, el señor Aguerri, solamente es él el gran interlocutor. Para la opinión pública, con el modelo corporativo que además fue llevado a rango constitucional –al estilo Mussolini o al estilo Hitler— que se dejó el sector empresarial en manos de una sola persona, entonces se replicó el modelo centralista del gobierno, yo eso es lo que percibo. Es decir, el COSEP significa una persona, significa el señor José Adán Aguerri y así lo vemos en las mesas de negociación donde es obvio que el presidente máximo es el actor, pero se podrían alternar esas voces”, declaró.
Moncada, anotó que en un país “gravemente golpeado por la falta de gobernanza”, la reelección es un tema “doloroso para Nicaragua”, y en el caso específico de Aguerri “el problema de tener una reelección continua 10-11 veces”, demuestra que la cámara del principal bastión económico del país replica el modelo de reelección, “francamente para la ciudadanía es terrible porque perciben que ahí se repiten los mismos vicios que pretende el gobierno establecer como norma en Nicaragua”.
A juicio de la experta, el COSEP aprendió “las mañas” del régimen Ortega-Murillo en aspectos del caudillismo, dicho aprendizaje se pudo haber dado durante la “alianza” que hubo entre el sector empresarial y Ortega, antes de abril de 2018.
“Desafortunadamente, el COSEP está permeado de la jugada de las mañas que tiene el gobierno nacional, entonces que el gobierno haya aprendido democracia y gobernanza del sector empresarial, lo que se hizo fue que este sector copió al pie de la letra las mañas que tiene el gobierno de Ortega”, afirmó.
Agregó que, no todas las cámaras del COSEP tienen esa idea de “centralismo”. “El COSEP como cualquier gremio no es uniforme, hay diferentes actores en el COSEP y por lo que se ve a la hora de hacer los lobbies para la magnitsky, para las sanciones, los empresarios del sector bancario se han movilizado a Washington para evitar las sanciones al gobierno. Lo que te liga que hay una enorme alianza entre el sector empresarial y el gobierno de Nicaragua en el que no están de acuerdo muchas de las cámaras que conforman el COSEP”, aseguró.
Moncada apuesta para que en el COSEP haya una rotación de cargos, decisiones colegiadas, y que cada cámara mantenga su independencia e individualidad.
COSEP y su democratización
La consultora, señaló que los empresarios y el COSEP tienen mayor notoriedad y peso a partir de abril de 2018 y eso tiene un “enorme peso en la toma de decisiones dentro de la Alianza Cívica”, y por lo tanto desde el momento que están trabajando “para un actuar político que es público” ellos están en la palestra pública “tomando acciones y decisiones en nombre de Nicaragua”, es por ello que tienen que estar sujetos al escrutinio público.
“El COSEP tiene la obligación absoluta de transparentar el proceso de democratización para dar ejemplo, no somos capaces de pedir lo que no ponemos en práctica (…) La búsqueda de la democracia de Nicaragua, debe comenzar con la democracia de las instituciones”, apostilló.
En lo que concierne a la democratización del COSEP, Moncada indicó que las candidaturas que se han oficializado para la presidencia de esta es un indicio “saludable”, aunque a lo interno haya una “campaña de linchamiento” por el lanzamiento de Hanón, lo que “denota una mentalidad caudillista”.
“José Adán representa al gran capital bancario que se opone a los cambios en Nicaragua”, dijo.
En cuanto a Healy, la experta comentó que “genera suspicacia” que se haya lanzado a una candidatura de manera “tardía”. En este caso ve dos posibles escenarios que podrían hacer que Healy al ganar la silla presidencial, le garantice a Aguerri “gobernar desde abajo”.
“Si Chanito Aguerri decide no lanzarse a la candidatura, como él (Healy) es bastante cercano a Aguerri, uno piensa Chanito se retira, el señor Healy toma los votos de las cámaras que aprecian a José Adán Aguerri y obviamente él estaría ganando porque va a dividir el voto porque si él va a tener las cámaras de don Aguerri, las otras cámaras se dividirían para la votación con Mario Hanón. El otro escenario es que si el señor Healy persiste en su candidatura, por estatutos Chanito quedaría siempre dentro del COSEP, a lo mejor se decidirían a contratar a alguien como director ejecutivo o gerente general que lo podría tomar él (Aguerri) o bien sin asumir ningún cargo ser el poder tras el trono y gobernar desde abajo”, explicó.
“En los dos casos si vemos las posibilidades ya sea que el señor Healy gane con el retiro de la candidatura del señor José Adán Aguerri, o que el señor Healy gane sin que el señor Aguerri se presente o retire su candidatura por la cercanía los ciudadanos tenemos derecho a desconfiar que si Chano no quedaría gobernando desde abajo”, añadió.
Moncada espera que Healy “esté actuando de buena fe, que se desligue totalmente de Aguerri, que dé garantías de que su gobierno no va a estar mediatizado por las decisiones de Chanito Aguerri”.
Finalmente, la experta subrayó que si el COSEP no se democratiza difícilmente pueden esperar los nicaragüenses que su postura de democratizar Nicaragua sea una realidad.
En este caso, el COSEP no solo debería pregonar democracia, puesto que en Nicaragua “llegamos a un punto en que las palabras no valen absolutamente nada”, manifestó. “En palabras de político hoy hago una cosa y mañana me devuelvo. Y dentro del COSEP hemos visto algunas actitudes similares”, concluyó.