Nacionales · 25/05/2022

Monseñor Rolando Álvarez aparece en Cusmapa, Madriz, ofreciendo una misa presencial

Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador Apostólico de Estelí, apareció este martes ofreciendo una misa presencial en el municipio de San José Cusmapa, departamento de Madriz, en donde ordenó a un nuevo sacerdote.

En la ceremonia, monseñor Álvarez ordenó sacerdote al diácono Orlan Antonio López Ramírez, quien se convierte en el primer presbítero originario del municipio Las Sabanas, Madriz.

Álvarez, que el jueves por la noche anunció desde una parroquia de Managua, una jornada de ayuno, oración y exorcismo indefinidos hasta que finalizara el asedio policial en su contra, retomó así sus actividades pastorales.

Mientras el obispo estuvo de gira pastoral, la Policía Orteguista despejó los dispositivos de vigilancia y hostigamiento que mantuvo afuera de la Residencia Episcopal en pleno centro de la ciudad de Matagalpa, reportó el medio local Mosaico.

El jueves 19 de mayo, monseñor denunció que la Policía lo persiguió todo el día y que los oficiales habían asediado su círculo familiar, por lo que decidió refugiarse en la Parroquia Santo Cristo de Las Colinas, donde inició una jornada de ayuno y oración.

La mañana de este lunes 23 de mayo, monseñor Álvarez se trasladó a Matagalpa y la Policía mantuvo rodeada la Residencia Episcopal.

POLICÍA SE RETIRA DE PARROQUIA DE MASAYA

La Policía Orteguista también se retiró de la parroquia San Juan Bautista en el municipio de Masaya, donde el cura párroco es Harving Padilla, de quien se desconoce su paradero.

La semana pasada, el sacerdote Padilla denunció que era víctima de acoso por parte de la Policía y de seguidores del régimen de Daniel Ortega.

En su denuncia, el religioso sostuvo que simpatizantes sandinistas, a bordo de motocicletas, y que se mantenían alrededor del templo, le gritaban, en presencia de los policías, que era un “golpista” y “asesino”.

La Arquidiócesis de Managua, que dirige el cardenal Leopoldo Brenes, pidió el sábado a la Policía Orteguista cesar la vigilancia de los dos religiosos.

En tanto, la Conferencia Episcopal de Nicaragua expresó su solidaridad y respaldo al obispo Álvarez, de quien dijo “siente zozobra por su seguridad personal y la posibilidad de ejercer su derecho a vivir y celebrar su fe, y cumplir pastoral en un ambiente de paz”.