Nacionales · 27/09/2021

Muere Arnoldo Guillén, escultor de monumentos de referencias de Managua

El artista plástico nicaragüense Arnoldo Guillén, escultor de algunos de los monumentos más conocidos y de referencias de Managua, murió este lunes a los 80 años, informaron sus familiares.

Guillén, uno de los artistas plásticos más conocidos en Nicaragua, falleció la madrugada de este lunes víctima de una enfermedad renal que lo aquejaba desde hacía varios años, precisó EFE.

Originario de la isla de Ometepe, Guillén desarrolló la mayoría de su obra en Managua, y algunas de sus piezas artísticas son monumentos que sirven de referencia.

Entre los monumentos más conocidos del autor está “La Virgen”, una estatua de diez metros en honor de la Inmaculada Concepción de María, ubicada en una rotonda del noreste de Managua.

También la del héroe nacional Rigoberto López Pérez, quien mató a disparos al dictador Anastasio Somoza García en 1956; la de Simón Bolívar en la Universidad Nacional de Ingeniería, la de Ernesto “Che” Guevara, en el centro actual de la ciudad.

Otras obras como el bustos de Carlos Fonseca, Elena Arellano en una calle de Granada; del doctor Carlos Vega Bolaños y del profesor Cristóbal Rugama, ubicados en los colegios que en su homenaje reciben esos nombres: y del obispo López Ardón en Estelí.

Guillén además pintó cuadros conocidos en su país para honrar poeta nicaragüense Rubén Darío o a Augusto C. Sandino.

Ganador de diferentes concursos, el arte de Guillén ya destacaba desde mediados del siglo XX, primero como alumno de grandes maestros locales como Rodrigo Peñalba (1908-1979) o Alejandro Saravia (1922-2009), y posteriormente como miembro del Grupo Praxis, que reunió a toda una constelación de destacados artistas plásticos nicaragüenses en la década de 1960.

Entre los reconocimientos que recibió Guillén está el máximo premio del Certamen Nacional de Pintura del Banco Central de Nicaragua 2013, Premio a Carteles Políticos y Premio Especial “Juan Marinello”, de la Bienal de La Habana, Cuba.

En la década de 1980 participó en exposiciones en Europa, Estados Unidos y México, principalmente con la elaboración de murales en conjunto con otros autores, según un resumen de sus logros divulgado por sus allegados horas después de su muerte.

Además de su obra plástica, el artista dejó un legado cultural en la música a través de su hijo Milton Guillén, quien es uno de los percusionistas más destacados de Nicaragua.