El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) informó la tarde de este miércoles sobre la muerte del abogado Santos Sebastián Flores Castillo, el hombre que en 2015 denunció a Daniel Ortega de abusar sexualmente de su hermana Elvia Junieth Flores Castillo cuando la joven tenía apenas 15 años.
“Hemos recibido informaciones de que Santos Sebastián Flores Castillo quien señaló públicamente a Daniel Ortega de violar a su hermanita de 15 años HA MUERTO en la cárcel La Modelo de Tipitapa dónde estuvo detenido desde el año 2013”, informó el CENIDH a través de redes sociales.
El CENIDH sostuvo que “siempre” estuvo “acompañando a la familia de Santos Sebastián y denunciando los actos de tortura física y psicológica que le hicieron padecer durante todos estos años de encierro injusto”.
“EXIGIMOS AL MINISTERIO DE GOBERNACIÓN Y SISTEMA PENITENCIARIO, UNA INVESTIGACIÓN EXHAUSTIVA QUE INFORME LAS CAUSAS DE LA PRESUNTA MUERTE DE SANTOS SEBASTIÁN DENTRO DE LA CÁRCEL”, demandó el organismo.
Una fuente del ministerio de Gobernación, a cargo de los penales, asegura que la muerte del Flores Castillo ocurrió la madrugada del martes 9, y que el régimen pretende hacer creer que fue suicidio por ahorcamiento, según reporta la periodista Judith Flores del Diario Las Américas.
La fuente agregó que Flores Castillo no pudo haberse suicidado porque desde 2018, tras las protestas antigubernamentales, permanecía bajo custodia las 24 horas del día. Su caso era manejado desde El Carmen, la residencia de los Ortega-Murillo.
De acuerdo con la fuente, Santos Sebastián fue asesinado. “Lo ahorcaron”, dijo la fuente. La familia del abogado también sostiene que lo mataron.
“Quiero ver cómo explican la muerte de un preso bajo custodia extrema”, dijo la fuente de gobernación, que asegura que el cuerpo fue trasladado a Medicina Legal.
Santos Sebastián estaba detenido desde junio de 2013, tras retornar a Nicaragua procedente de Estados Unidos donde se habría reunido con algunas personas para denunciar el abuso contra su hermana.
Fue enjuiciado en tiempo récord de una supuesta violación – el mismo delito por el que denunciaba a Ortega – contra una funcionaria judicial allegada a la juez que lo condenó a 13 años de prisión. La presunta víctima habría sido promocionada después de la denuncia contra su colega abogado, denunció la familia.
El abogado mantuvo su denuncia aún desde la cárcel, mientras seis de sus hermanos tuvieron que abandonar el país y exilarse en Estados Unidos debido a la persecución del régimen.
El caso es del conocimiento de la Comisión Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), debido a que Flores fue víctima de torturas, según investigaciones realizadas por la Asociación Pro Derechos Humanos (ANPDH), de Nicaragua en aquel momento, pero la organización se desvinculo del caso con la nueva dirección del organismo.
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Santos Sebastián a través de cartas escritas desde el penal y en poder de Diario Las Américas, aseguró que le advirtió a Ortega que lo iba a denunciar por haber seducido a su hermana cuando era una adolescente.
“Estoy encarcelado injustamente porque Daniel Ortega Saavedra me odia de gusto, sólo porque no estuve de acuerdo con la relación de pareja que sostuvo con mi hermana Elvia Junieth; él la convirtió en su mujer cuando ella tenía 15 años”, escribió desde la cárcel con fecha 30 de julio de 2015.
En la carta suplicó a organismos de Derechos Humanos que le ayudaran “por el amor de Dios”. “Ya no aguanto estas torturas y este encarcelamiento injusto (…) Responsabilizo a Daniel Ortega, de cualquier cosa que me suceda en esta prisión o en cualquier lugar de Nicaragua”, dice el texto de la carta.
La denuncia de Elvia en Miami
“Tengo la misma situación que tiene mi hermano. Él está preso en una cárcel y yo en una casa”, afirmó Elvia Junieth Flores Castillo, quien dijo no tener ya “relación” con Ortega y ser madre de una niña de 5 años y una bebé de 11 meses, durante una conferencia de prensa en Miami vía telefónica el 1 de noviembre de 2017.
En medio de lágrimas, la joven dijo a los medios que tenía restricción migratoria en Nicaragua y que sus movimientos están bajo vigilancia.
“Quiero expresar que soy la principal víctima de abuso de poder por el presidente de Nicaragua Daniel Ortega Saavedra. Ha destruido mi familia, me ha destruido a mí. He decidido alzar mi voz, romper el silencio, denunciar todas las injusticias, las ilegalidades que impiden la libertad de mi hermano”.
“Se me quiebra la voz al imaginar las injusticias de la que ha sido víctima mi familia, yo principalmente, no tenemos libertades, me siento en riesgo. Desde que el presidente apareció en (la vida de) mi familia solo tragedias han sucedido. Prometo seguir luchando por mi libertad, y la de toda mi familia”, dijo con voz entrecortada la joven en ese momento con 28 años.
“El poder en Nicaragua está totalmente centralizado. El poder ejecutivo usa al poder judicial para reprimir y callar voces”, expresó haciendo pausas de varios segundos a la hora de hablar.
La joven no quiso hablar sobre la paternidad de sus dos hijas. El abogado denunció que la mayor es hija biológica de Ortega, pero el padre legal es Néstor Moncada Lau, el secretario privado de Daniel Ortega, de acuerdo con documentos del registro en Nicaragua.
“No estoy preparada para hablar sobre mis hijas, es algo muy delicado, y muy difícil. Ellas son la parte privada de mí y no quiero mencionarlas en este momento”, dijo la joven.
“Lo único que puedo decirle es que es una injusticia que mi hermano esté preso. Ha sido torturado, mi familia maltratada. Eso es lo que me motiva y me impulsa a hablar, y expresar lo que estoy sufriendo, lo que estoy viviendo”, manifestó.
“Tengo mucho temor, pero no me puedo quedar callada ante tantas injusticias que hemos vivido. Estoy con restricciones migratorias, no puedo salir del país, tengo que estar aquí al lado de mis hijas”, relató en la conferencia de prensa en la que estaban presente cuatro de sus seis hermanos exiliados.
Pero tres meses más tarde se retractó de la denuncia. Una fuente dijo que funcionarios del régimen le habían prometido liberar a su hermano si se retractaba. Lo hizo, pero su hermano continuó tras las rejas.
El régimen liberó a centenares de presos antes de las elecciones, pero Santos Sebastián permaneció tras las rejas.