Cultura · 08/03/2022

Mujeres con el poder de la palabra (I)

(Arana, Santos, Gabuardi, Belli, Zamora, Farrach y Corriols)

(Notas editoriales: 1. La revista ACIC-Nicaragua [ACICNIC], en el mes de marzo homenajea a las mujeres del mundo, recordando sus luchas incansables por sus derechos laborales y sociales, en favor de una sociedad planetaria equitativa y justa; 2. los poemas publicados en esta ocasión, han sido tomados de la antología Mujeres de sol y luna. Poetas nicaragüenses 1970-2007, con selección y notas de Helena Ramos, publicada por el Centro Nicaragüense de Escritores, 2007).

Unas palabras para Alfonso Cortés

Rubí Arana /
Masaya, Nicaragua, 1941

Las emputecidas gallinas del paraíso nunca fueron nombradas ni el nombre angélico de la niña a quien después llamaron Ventana de tu cielo fue la serpiente de primera embestida ojos de ojos tuyos para el trance vital del poema un coro de ciegos vestidos de púrpura un coro de ciegos desvió la atención de la manzana que tu mano no pudo cortar.

P.D. Imposible, débil, jinetear a la hembra del Paraíso.

(De Príncipe Rosacruz).

Somos sangre con luna

Christian Santos /
Managua, Nicaragua, 1941

Somos sangre con agua
somos amor sangre de mar y luna
crecemos en soledad de estrellas.

(De Huellas de amor).

Mujer

Gloria Gabuardi /
Managua, Nicaragua, 1945

Soy mujer, luna y nube.
Pelo al viento y ojos a la vida.
Soy mujer, simplemente mujer.
Cotidiana de gloria o de agonía,
acuario por el movimiento de los astros,
feudal en el amor y planetaria.
Soy Selene, Venus, nube con pantalones;
en eterna búsqueda del cielo o del infierno,
de infame y celoso corazón,
carne sagrada de mi carne,
mujer desde las yemas de mis dedos
hasta la última gotita de mi sangre.

(De Defensa del amor).

Máxima

Gioconda Belli /
Managua, 1948

A Sofía Montenegro

En verdad en verdad les digo:
no hay nada más poderoso en el mundo
que una mujer.

Por eso nos persiguen.

(De apogeo).

Linaje

Daysi Zamora /
Managua, Nicaragua, 1950)

Pregunto por las mujeres de mi casa.

Desde niña supe la historia de mi bisabuelo:
científico, diplomático, liberal, político,
padre de prole numerosa y distinguida.
Y doña Isolina Reyes, casada con él desde
los quince años hasta su muerte, ¿cuál fue su historia?

Mi abuelo materno se graduó cum laude
en la Universidad de Filadelfia
y aún se conserva su tesis fechada en 1900.
Dirigió la construcción de kilómetros de vía férrea
y solo la muerte repentina truncó su sueño
de extender el ferrocarril hasta la Costa Atlántica.
Nueve hijos e hijas lo lloraron.

Y su esposa Rudecinda que parió esos hijos,
los cuidó y amamantó, ¿qué sé de ella?

Pregunto por las mujeres de mi casa.

Mi otro abuelo era un patriarca,
cuya sombra amparaba a la familia entera
(incluidos cuñados, primos, parientes lejanos, amigos,
conocidos y hasta enemigos).
Empeñó su vida en ampliar un patrimonio
que todos despilfarraron después de su muerte.

Y a mi abuela Ilse, ya viuda y despojada,
¿qué le quedó, sino morirse?

Pregunto por mí, por ellas, por las mujeres de mi casa.

(De A cada quien la vida).

Aviso

Ninfa Farrach /
Managua, Nicaragua, 1958

¡Tengan cuidado con mi mansedumbre!
¡No confíen en mi pasividad!
Hoy el viento fluye de las hojas secas
del pasto amarillento
de las calles grises y desiertas.

(De Con el tiempo en silencio)

Mujer Luna

Marianela Corriols /
Estelí, Nicaragua, 1965

A veces totalmente oscuras
sin un rayo de luz
que salve de la noche
aun en esplendor máximo
somos mujeres-Lunas
semioscuras
imperfectas
con cráteres.

(De Mujer Luna).