“A la mujer no hay que maltratarla ni con el pétalo de una rosa”, dijo ayer el dictador Daniel Ortega en su discurso en el marco del Día Internacional de la Mujer, quien supuestamente recordó esa “frase muy común” que le habría dicho su padre cuando él era un muchacho y que ayer reforzaba llamando a los hombres a no “dejarse arrastrar” por el machismo y hacer “conciencia” por los derechos de las mujeres y que estos existen “gracias a la mujer”.
“Yo recuerdo que mi padre nos decía cuando éramos muchachos, nos decía cuando estábamos en la escuela, y ya crecíamos, nos decía una frase muy común: ‘A la mujer no hay que maltratarla ni con el pétalo de una rosa’. Pero hay una conducta machista, hay raíces machistas que están aquí todavía en nuestro país, y tenemos que erradicarlas, porque entonces vamos al infierno, sino haciendo conciencia y que no nos olvidemos los hombres cuando nos dejamos arrastrar por el machismo, que somos hijos de mujer, que todos existimos gracias a la mujer”, declaró Ortega.
Al respecto, el abogado y analista político Edgard Parrales calificó el discurso de Ortega como “una mezcla de cinismo, con demagogia, con tergiversación de la realidad, con mentiras, con engaños, con desfachatez y con manipulación” que busca “lavarles el cerebro a los jóvenes” y las personas con un bajo nivel académico.
Ortega dice que “hay que hacer conciencia de esta lucha (derechos humanos) en pro de las mujeres, yo me preguntó, qué conciencia tuvo él cuando violó a su hijastra, si es mujer, si era una niña; y que salió ileso de esa acusación por tecnicismos legales y porque la jueza hoy magistrada de la Corte Suprema de Justicia se prestó a ello”, criticó Parrales en entrevista con La Mesa Redonda.
Cabe recordar que, Daniel Ortega fue acusado de violación por su hijastra Zoilamérica Narváez Murillo en 1998 cuando esta era apenas una niña, un caso que fue archivado por la justicia de Nicaragua bajo el argumento de haber prescrito.
“El delito lo cometió en contra de una niña, que debía proteger más que a otras mujeres, porque era la hija de su mujer (Rosario Murillo). Todo lo que dice es una falacia total”, agregó Parrales.
El analista reprochó que, en cada discurso de Ortega, este da “su propia versión de la historia de Nicaragua”.
“Hasta podríamos decir que él puede publicar una historia de la República de Nicaragua ‘corregida y deformada’, como autor Daniel Ortega Saavedra, porque eso es lo que hace, él cambia los conceptos, cambia los hechos, cambias las realidades a como le conviene”, reprochó.
A juicio del también ex sacerdote, Ortega y su mujer Rosario Murillo tienen “enferma el alma” porque “están poseídos por la adicción del poder y por la adicción al dinero”.
“En función de esa adicción, ellos hacen todas las barbaridades que hacen y dicen todas las barbaridades que dicen”, apuntó.
En su discurso, el dictador afirmó que en Nicaragua “hay libertad de expresión” y que aquí “cualquiera dice lo que quiere en las redes, en sus páginas cualquier barbaridad dicen”.
Parrales refutó estas declaraciones de Ortega al mencionar los medios de comunicación que este ha confiscado y censurado.