Para el economista Enrique Sáenz, la supuesta “recuperación económica” de Nicaragua anunciada por el régimen de Daniel Ortega a través del Banco Central de Nicaragua (BCN) la semana pasada es “una patraña más de la dictadura”, que como de costumbre usa estas estrategias como proselitismo político a pocos días de las votaciones del 7 de noviembre.
El pasado 28 de octubre, el sancionado titular del BCN, Ovidio Reyes presentó un informe sobre el estado de la economía y las perspectivas de este 2021, en el que se afirma que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), para este año oscila entre 6% y 8%.
El BCN establece que esta proyección de crecimiento está sustentada en “la recuperación de la economía mundial que tendrá un efecto positivo sobre la demanda de exportaciones, las remesas y el flujo privado de financiamiento, la recuperación del crédito, el avance de la vacunación y las mejores expectativas que han activado el gasto de consumo y de inversión”.
Al respecto, el economista Sáenz declaró: “Ortega y sus voceros y sus medios de comunicación han adoptado como un eje de su propaganda que hay una recuperación vigorosa de la economía, y lo que es peor es que algunos medios de comunicación independientes repiten este tipo de cifras sin escarbar qué es lo que hay detrás”.
“Se dijo que la economía de Nicaragua creció un 4% en el primer semestre y que todavía crecerá más en el semestre que ya estamos prácticamente terminando. No se necesita ser economista, el crecimiento económico va asociado a la generación de empleo, entonces aquí tenemos una patraña más de la dictadura”, dijo el economista.
Como una muestra de esa “patraña”, Sáenz expuso que a principios de este año “se hizo un alaraca que se había ajustado el salario mínimo en 3% y el ‘comandante presidente en su infinita bondad ajustó el salario mínimo en 3%’; entonces tomemos un salario mínimo de una trabajadora de la zona franca que es C$7.000, en cuánto se le ajustó ese 3%, en C$210, pero solo en lo que aumentó la canasta básica en el mes de enero se le comió ese ajuste”.
El costo de la canasta básica en Nicaragua, conformada por 53 productos, alcanza los más de 15.000 córdobas, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE). Mientras que el salario mínimo promedio de un nicaragüense no supera los 7.000 córdobas mensuales.
Los nicaragüenses enfrentan constantes alzas en los precios de los productos de la canasta básica, el gas licuado, la energía eléctrica y el combustible, en medio de la crisis social, política, económica y sanitaria que ha reducido las fuentes de empleo en el país.
“¿Cómo es eso de que hay crecimiento económico, pero hay menos trabajo y menores salarios y más alto el costo de la vida?”, cuestionó Sáenz.