El Dr. Alberto Cortés Ramos, catedrático e investigador del Centro de Investigaciones en Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) y licenciado en Ciencias Políticas en ese país, afirmó en entrevista con La Mesa Redonda que, si el nuevo presidente electo Rodrigo Chaves decide enviar a Nicaragua a un embajador, eso tendrá un “costo político interno, porque el 98% de este país es anti-orteguista”.
El presidente electo de Costa Rica, Rodrigo Chaves, anunció este lunes que desea nombrar un embajador en Managua y que aspira a tener relaciones respetuosas con Nicaragua y todas las naciones del mundo.
“Mi inclinación es nombrar un embajador en Nicaragua, (porque) tenemos relaciones diplomáticas y no estamos en guerra”, declaró Chaves en su primera conferencia de prensa como presidente electo.
“Tenemos que mantener relaciones diplomáticas con todos nuestros vecinos. Esas posiciones de verse bonito no son la manera en que queremos operar. Queremos operar de acuerdo al derecho internacional. No me gustan las tintas medias”, expresó.
Chaves, quien asumirá el poder el próximo 8 de mayo, aseguró que mantendrá los valores democráticos y de libertad que caracterizan la política exterior costarricense.
“Si hay que romper relaciones diplomáticas por razones de mérito, las rompemos, pero no estar en el jueguito de tener relaciones diplomáticas y no tener embajadores”, declaró.
Al respecto, Cortés Ramos dijo que “si envía el gobierno nuevo una embajadora o embajador eso tiene un costo político interno, porque hay una cosa que es cierto, el 98% de este país es anti-orteguista, eso no hay por dónde perderse. Si hay un tema de consenso es el del rechazo a la dictadura de Ortega y Murillo”.
“Él (Chaves) dio una pista, va a manejar política exterior y relaciones de diplomacia como política de Estado y allí Costa Rica ha tenido como un elemento de continuidad el tema de los derechos humanos, el tema de la paz y el tema de la sostenibilidad ambiental y yo no creo que sean temas en los que se atrevan a hacer cambios”, aseveró.
No obstante, el investigador costarricense sostuvo que “una cosa es la relación con Nicaragua y el gobierno dictatorial de Ortega y Murillo, y otra cosa es lo que internamente e gobierno vaya a hacer en la política de refugio e inmigración que se tiene”.
En esa línea, manifestó que “es lógico que él (Chaves) no de declaraciones que apunten a agitar tambores de guerra o de conflictividad con Nicaragua, sobre todo porque sabemos que en la parte económica y comercial hay una relación importante y además de eso, Nicaragua es ruta de tránsito de exportación e importación de mercancías que salen por el Caribe”.
“Yo veo que es lógico que él no vaya a mandar señales amenazantes hacia el gobierno de Nicaragua, creo que sobre la gestión del población extranjera en el país todavía quedan dudas, yo lo que he escuchado en un par de ocasiones es que se va a respetar la inmigración, la recepción de población refugiada, yo creería que posiblemente no vaya a haber ningún cambio”, aseguró.
RETOS PARA CHAVES
Los costarricenses eligieron ayer domingo en segunda ronda a Chaves, de profesión economista, como el presidente 49 en la historia del país, tras una campaña en la que el político centró su mensaje en promesas de “cambio” y de una lucha frontal contra la corrupción.
Chaves, del joven Partido Progreso Social Democrático (centro derecha) obtuvo un 52,9% de los votos y derrotó al expresidente (1994-1998) y candidato del Partido Liberación Nacional (PLN), José María Figueres, quien captó el 47,1 %. El abstencionismo se situó en el 42,8 %.
Para elexperto, “Chaves logró desarrollar una campaña muy efectiva que logró tocar una sensibilidad de malestar y enojo que hay en un sector importante de la población costarricense”. Sin embargo, tendrá que lidiar con tres principales retos.
El primero, es que augura como “complejo y difícil” que el nuevo mandatario electo pueda llevar a cabo sus propuestas y/o promesas de campaña.
“Los problemas que está enfrentando son de carácter estructural son resultado de un acumulado de 30 años de un modelo de desarrollo que ha aumentado la desigualdad y que ha debilitado al sector público de manera sistemática, y el discurso con el que llega casualmente es muy contrario al sector público y muy difícil imaginar que los problemas que enfrenta el país se puedan hacer solo de la mano del sector privado; tiene que ser una combinación en la que participen todos los sectores de la sociedad costarricense”, explicó.
Como segundo punto, el Dr. Alberto Cortés Ramos recalcó que Chaves no llega a la Presidencia de Costa Rica con un “mandato muy fuerte” debido al porcentaje de votos que obtuvo en la segunda ronda y a los pocos diputados que tendrá en el Parlamento costarricense.
“Si bien es cierto, él gana, (pero) no es una gran diferencia –debo recordar que en las elecciones anteriores que también ha habido segunda ronda donde Guillermo Solís sacó el 78% de los votos y Carlos Alvarado sacó casi el 705 de los votos—el resultado que se obtuvo, acá es un resultado más ajustado al que la mayoría de las encuestas indicaban que se iba a dar. Entonces no llega con un mandato muy fuerte, tendría que haber ganado en la primera ronda y tener una mayoría parlamentaria; por el contario, tiene 10 de 57 diputados y ese es un factor que se vuelve muy complicado para cualquier gobierno en este país”, señaló.
Y por último, “va a tener que lidiar con las contradicciones internas que van a aflorar pronto –se lo aseguro—en un partido de reciente formación (Partido Progreso Social Democrático) y que tiene personas adentro con visiones ideológicas muy distintas y eso va a generar complicaciones a la hora de la gestión”, agregó.