El abogado Gonzalo Carrión, del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, recordó este 30 de mayo, esta misma fecha, pero de cuatro años atrás, cuando él y aproximadamente un millón de personas salieron a las calles de Managua para participar en la denominada “Madre de todas las marchas” que terminó en una masacre ordenada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ese 30 de mayo de 2018, 19 personas fueron asesinadas en distintas ciudades del país, y casi 200 resultaron heridas por la violencia desatada por policías y paramilitares al servicio del régimen de Ortega.
Carrión, rememora la fecha con tristeza, contó que ese día se sintió como “una hormiguita” ante la cantidad de gente que caminaba sobre la carretera Masaya hacia la Universidad Centroamericana (UCA) protestando pacíficamente contra la dictadura Ortega-Murillo y demanda de justicia por los jóvenes asesinados a partir de abril de 2018.
“Tuvimos la oportunidad de compartir esa fecha 30 de mayo de 2018, que después de ser una manifestación inmensa, un mar humano, el régimen respondió con su estado de terror, la orden de matar con el tercer cuerpo armado y la Policía. Se desarrolló toda una masacre después de ser una marcha cívica, enorme, grande. Yo me acuerdo que me sentía como una hormiguita ante tanta gente. Y nos estremeció el ruido de los fusiles, de la ametralladora, el tiro a tiro, la ráfaga”, declaró Carrión en entrevista con La Mesa Redonda.
El abogado, actualmente exiliado en Costa Rica, relató que llegó hasta las instalaciones de la UCA y “fui sintiendo, percibiendo cuando muchísima gente iba en estampida, desde el primer momento, hasta una grande que hubo, que si la UCA no ha abierto los portones, miles y miles de personas hubieran podido sufrir mucho más daño”.
Carrión lamentó que las balas causaron la privación de la vida de decenas de jóvenes, muchos heridos y “ese día fue después de ser una inmensa movilización cívica, terminó con derramamiento de sangre, y la responsabilidad es del régimen Ortega Murillo”, señaló.
A juicio del abogado, Nicaragua además de ser libre, “va a conocer la verdad y va a haber justicia”, siempre y cuando “exista una voz como la de las padres, los familiares, los sobrevivientes” de la represión orteguista, que a cuatro años de aquel suceso siguen exigiendo “verdad y justicia”.