Alex Aguirre, especialista en resolución de conflictos y paz, se refirió a la cantidad sin precedentes de nicaragüenses que han migrado de forma ilegal a Estados Unidos, a causa de la pobreza y la represión del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua.
Y es que según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), hasta finales de noviembre más de 180.000 nicaragüenses cruzaron hacia ese país, unas 60 veces más que los que entraron durante el mismo periodo dos años antes.
“Es increíble ver que solo este año han entrado 180.000 nicaragüenses a las fronteras de Estados Unidos. Nicaragua es el tercer país que está generando esta emigración forzada causada por crisis y conflictos sociopolíticos, pero que también arrastra toda una vulnerabilidad económica para las familias y personas”, dijo Aguirre en entrevista con La Mesa Redonda.
El experto señala que existe “un deterioro en las instituciones democráticas y de la calidad de vida en todo el hemisferio”, al referirse a la “exportación” de migrantes de otros países como Venezuela y Cuba.
En el año fiscal 2022, el CBP detuvo a más de 2,76 millones de migrantes que cruzaron la frontera, una cifra récord. Aguirre aduce esta cantidad de migrantes a la “debilidad de los Estados” y a los “enquistamientos” de la élite política de cada uno de los países de la región que “destruye” las condiciones de vida y los derechos de las personas.
“Para mí es sumamente preocupante cómo estos modelos se están enlatando y exportando no solo en Centroamérica, sino en la región. Ahora vemos países que están girando hacia el autoritarismo como Guatemala, como El Salvador, vemos un Costa Rica que ahora está limitando el derecho de personas migrantes refugiadas, intentado recortar presupuestos de educación. Estas prácticas están aumentando y por tanto, van a aumentar las crisis humanitarias”, advirtió.
El especialista lamentó que la migración masiva se está dando en estos países porque “la gente se está muriendo de hambre, literalmente”.
En ese sentido afirmó que “Latinoamérica está gobernada por mafiocracias”. “Los espacios de poder están liderados por la mafia, sea la mafia política o la mafia que está aliada y han llegado al poder gracias al apoyo desde carteles de droga hasta empresarios mafiosos que trabajan con estas actividades ilícitas”, apuntó.
“En la medida que tengás países gobernados por mafiocracias, va a ser muy difícil desmantelar el crimen organizado, la red de trata de personas y el narcotráfico (…) La solución es limpiar los Estados de estas prácticas que están incluso institucionalizadas, también trabajar los gobiernos locales que no están alejados de estas prácticas”, recomendó.