En noviembre de 2021, el dictador Daniel Ortega denunció la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) y anunció el retiro “definitivo” de Nicaragua del organismo regional, tras acusarlo de “injerencista” por desconocer las votaciones generales de 2021, en las que él se auto-reeligió.
El procedimiento para que un país salga de la OEA dura dos años, por lo que Nicaragua saldrá oficialmente de la OEA el 19 de noviembre de este año.
Para el exembajador e historiador costarricense Vladimir de la Cruz, salir de la OEA, significará para Nicaragua “un golpe político de reconocimiento internacional”.
“Salir de la OEA va a significar un golpe político de reconocimiento internacional para Nicaragua y para el pueblo nicaragüense”, declaró de la Cruz en entrevista con La Mesa Redonda.
“Qué pasa si Nicaragua se retira de la OEA, deja de pertenecer a la OEA, (y) en todo lo que la beneficie pierde. No hay nada que perjudique a Nicaragua desde el punto de vista de su salida diplomática, más allá del aislamiento en que quedaría Nicaragua frente al resto de los países que forman parte de la OEA y frente a la comunidad internacional que reconoce a la OEA como un organismo regional así como está la Unión Europea y como están la Unión de los países del Asia y los de África”, dijo.
UN “CASTIGO INDIRECTO” AL PUEBLO DE NICARAGUA
El exdiplomático también afirmó que al estar Nicaragua fuera del sistema interamericano, no tendrá préstamos de bancos y organismos internacionales, lo que será “un castigo indirecto que se hace al pueblo nicaragüense”.
“Si se está fuera del sistema obviamente no va a haber préstamos, no va a haber proyectos de desarrollo, los que están en marcha probablemente se continuarán, tal vez en un caso extremo podrían suspenderse los recursos destinados para que cumplan los proyectos su cometido. Ese es un castigo indirecto que se hace al pueblo nicaragüense por culpa del gobierno nicaragüense, no por culpa de Nicaragua, de los nicaragüenses porque estarían siendo afectados por las acciones de su gobierno, no por las acciones continentales, sino por las acciones de su gobierno que están renunciando a organismos internacionales y de hecho están renunciando también a esas ‘ayudas’ de los mecanismos internacionales que pueden financiar proyectos internos”, explicó de la Cruz.
“Internacionalmente salir de la OEA saca a Nicaragua de un escenario importante internacional que lo afecta internacionalmente y le va a afectar relaciones con otros países… Pero regionalmente todavía tiene fuerzas en otros organismos”, añadió.
El costarricense indica que el Tratado de Comercio con la Unión Europea o el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos podrían ser “un tanque de oxígeno” para la dictadura en términos económicos.
Asimismo, aclara que en temas relacionados con salud no habría alteraciones.
“Yo pienso que la dictadura de Nicaragua va a caer por su propio peso, por su propia fuerza, en su propio tiempo, sino suceden situaciones extraordinarias (como) una muerte súbita de la pareja presidencial”, comentó de la Cruz.