Para el historiador y ex diplomático costarricense Vladimir de la Cruz, la reciente visita del presidente de Irán, Ebrahim Raisí a Nicaragua, solo se trató de un “paseo” para “ladrarle un poco al Tío Sam”, apodo con el que se designa a Estados Unidos.
“No le veo tanta amenaza más allá de la bulla de que venga ‘el líder de Irán’ que es visto en aspectos geopolíticos como un diablo, que viene a pasearse aquí en este paraíso terrenal de vírgenes políticas”, declaró de la Cruz a La Mesa Redonda.
Indicó que la visita del presidente iraní es parte de las relaciones internacionales de carácter geopolítico entre Estados Unidos y América Latina, entre Estados Unidos e Irán, “porque Irán es una República Islámica, hay que entenderlo de esa manera y donde se tratan de confrontar aquellas influencias occidentales no musulmanas”.
ACUERDOS INCUMPLIDOS
Raisí realizó la semana pasada una gira por Latinoamérica, que incluyó países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, naciones donde firmó acuerdos, que a juicio del ex diplomático es muy poco probable que se materialicen.
En Nicaragua, el mandatario iraní prometió reforzar la cooperación en Nicaragua “en todos los aspectos”, y se firmaron al menos tres memorándums que abarcan supuestos reforzamiento en temas económicos, comerciales y científico-técnico.
Al respecto, el ex diplomático Vladimir de la Cruz, asegura que los acuerdos internacionales de Irán “a veces son muy flojos”, “confusos”, y que “no pasan de ser acuerdos de papel”.
“La iniciativa que tiene en este momento Irán, de fortalecer relaciones científicas con Nicaragua. Qué relaciones científicas puede desarrollar con Nicaragua, si en Nicaragua se cerró todo lo de la ciencia, qué desarrollo cultural, si en Nicaragua las universidades están a punto de cerrar, ahí no se puede hacer nada de eso”, expresó.
De la Cruz recordó que desde el año 2007, Irán y Nicaragua habían establecido un memorándum de colaboración en temas energéticos, “que nunca sus detalles se han dado a conocer, como para decir que es una cosa que no tiene importancia”.
“En el caso de Nicaragua, cuando estaba (Mahmud) Ahmadineyad (presidente de Irán entre 2009-2013) se habían firmado compromisos para construir cuatro centrales hidroeléctricas, ¿se hicieron?, no. Edificación de 10 mil viviendas populares, ¿se hicieron?, tampoco. Una construcción de planta de equipos agropecuarios, tampoco. Entrega de 4 mil tractores, tampoco. Construcción de cinco plantas procesadoras de leche, tampoco se hicieron. Construcción de dos muelles adicionales en Corinto con una inversión de 36 millones de dólares, tampoco. Fábricas de cemento, sistema de riego y agua potable, nada. Construcción de un puerto de aguas profundas en el Caribe, tampoco”, enumeró.
“Estoy diciendo lo que ya había sido firmado entre Irán y Nicaragua; entonces ¿qué se puede esperar de una nueva firma de convenios? Solo que Laureano Ortega los maneje y vea qué saca él, porque el país no saca nada de esto, no hay nada que se canalice directamente al pueblo nicaragüense”, declaró de la Cruz.