La defensora de derechos humanos nicaragüense, Haydée Castillo habló este lunes sobre la incidencia internacional que varias organizaciones de la oposición nicaragüense están realizando en las distintas cumbres y foros que se realizan en el mundo, para poner en la agenda geopolítica la situación de Nicaragua.
Castillo lanzó una fuerte crítica a la comunidad internacional que en cinco años no ha pasado de informes y exhortaciones a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por lo que “tienen una gran deuda con Nicaragua”.
En ese sentido, contó sobre el trabajo del Espacio de Diálogo, la plataforma PUDE, el proceso Monteverde, organizaciones juveniles, entre otras, que han realizado en Bruselas en la Cumbre UE-CELAC y Ginebra en el Consejo de la ONU.
“A cinco años de la rebelión cuesta muchísimo poner en la agenda internacional la situación que estamos pasando en Nicaragua, porque Nicaragua no está considerada el ombligo del mundo ni un lugar donde hayan grandísimos intereses económicos. Nos toca a los nicaragüenses hacer este trabajo de andar continuamente tocando las puertas, recordando qué es lo que está pasando en Nicaragua, y pidiéndole a la comunidad internacional que vuelva sus ojos hacia el pueblo de Nicaragua y que pueda hacer lo que tiene que hacer y lo que puede hacer para contribuir a una salida a la crisis”, declaró la activista en entrevista con La Mesa Redonda.
“Como nicaragüenses creemos que, a dónde llegamos la mesa está servida, venga, cuénteme y dígame qué es lo que tengo que hacer’, no. Esto es una odisea, vieras lo que nos costó a nosotros decirles: ‘señores de la Unión Europea y de Latinoamérica, no pueden centrarse solo en los temas económicos; aquí hay un tema de violaciones a derechos humanos, hay un tema político, hay una crisis humanitaria, una salvajada con los presos políticos y no puede ser que la economía sea el centro de toda esta agenda’”, añadió.
Castillo, relató que durante la cumbre de la Unión Europea-Celac “fuimos a hablar a embajador por embajador, embajadoras, el Servicio Exterior europeo, tocar puertas, llevar los datos, llevar fotos, así están los presos; es decir, es un trabajo sumamente agotador y en condiciones que andás buscando en dónde quedarte, es un trabajo realmente complejo y nadie nos pone una mesa servida”, insistió.
Destacó que junto a la comunidad venezolana, cubana y juventud nicaragüense y la plataforma de pueblos indígenas, hablaron sobre lo que ocurre en Nicaragua.
“No siempre encontrás una respuesta positiva, esto no significa que no nos movamos, hay un andamiaje internacional en el que los países tienen otras preocupaciones”, aclaró.
Sin embargo, se logró “decirles que el Fondo Verde se está haciendo sin la consulta de los pueblos indígenas, en Nicaragua solo tenemos tres opciones: la muerte, el exilio o la cárcel”.
“Y tenés que ir bien documentado, decir cuál es la fuente para ser personas creíbles… En las conversaciones muchísimos embajadores nos dijeron: ‘nosotros estamos clarísimos Nicaragua es otro Corea del Norte’”, afirmó.
Pero, también expresan que “seguimos resistiendo, seguimos organizados y esta es la propuesta; no podemos seguir solo en el lamento. Hemos entrado en un proceso para buscar la manera de ver dónde están esos puntos en común (con las propuestas de otras organizaciones)”.
En Ginebra, Castillo expuso que “los derechos humanos tienen un límite y el pueblo de Nicaragua está cansado de informes, de exhortaciones, de llamamientos, porque una estructura criminal (los Ortega-Murillo) no entiende de llamamientos, de exhortaciones; sino que tiene que tener mecanismos de presión”.
Para Castillo debe haber un retiro de la ayuda económica que le llega al régimen por parte de la arquitectura financiera mundial, por parte de la cooperación internacional que le llega como “ayuda humanitaria”.
Dijo en la ONU que “deben de tomarse decisiones y ustedes tienen como accionistas retirar esos préstamos, hemos hablado del tema de las sanciones, no pueden ir ni solas ni solo a nivel individual, tiene que haber sanciones institucionales para los eslabones que todavía sostienen a la dictadura”, en referencia a la Policía y al Ejército.
“El sistema de Naciones se tiene que reformar y no puede dejar al pueblo de Nicaragua solo, como lo ha dejado en cinco años, porque la OEA y la parte de asuntos políticos de las Naciones Unidas tienen una gran deuda con Nicaragua, y lo mismo está pasando con la Unión Europea”, criticó.
