El economista nicaragüense Marco Aurelio Peña refutó este miércoles el reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), que dice que “la economía de Nicaragua ha mantenido su resiliencia frente a múltiples shocks gracias a políticas económicas adecuadas, colchones considerables y apoyo multilateral”.
“El gobierno ha tomado medidas para implantar normas relacionadas con la transparencia y para mejorar la supervisión de los fondos públicos y al mismo tiempo son necesarios mayores esfuerzos para reforzar los marcos de anticorrupción y de gobernanza y su aplicación efectiva, en particular el Estado de Derecho”, reza el informe del FMI.
En entrevista con La Mesa Redonda, el experto señaló que pareciera que el informe del FMI fue elaborado por pasantes que omiten aspectos sensibles del país.
“Yo no quiero pensar que en el Fondo Monetario haya gente incompetente, negligentes, cómplices, avaladores de lo que hace el gobierno autócrata en Nicaragua… Este tipo de cosas a uno lo tientan a pensar o especular de que esa misión y la redacción de la declaración final pudo haber estado a cargo de pasantes, de novatos y principiantes que apenas están debutando en el departamento respectivo y les asignaron Nicaragua para que vayan avanzando en sus pasantías”, aseveró el economista.
“Completamente desconectados del todo el contexto político del país. Son cosas que desde el punto de vista del desarrollo económico, sostenible y humano, no deben verse aisladas completamente, porque una cosa termina perjudicando a la otra”, continuó.
Asimismo que “aparentemente la declaración es muy benigna y positiva a favor del gobierno de Nicaragua”; sin embargo, “admite que el supuesto crecimiento económico es a causa de la crecientes remesas monetarias del exterior”.
“El mismo FMI reconoce en esta declaración que el migrante económico estaría sosteniendo la economía nacional casi en un 30%”, destacó Peña.
“Excesos de tecnocracia”
El economista indicó que el FMI es criticado por otros expertos por sus “excesos de tecnocracia”.
“A mí me resulta difícil pensar que los funcionarios, economistas y analistas del FMI no estén enterados de lo que está pasando en Nicaragua, en términos del deterioro progresivo y acelerado de sus instituciones políticas, económicas y jurídicas, que al final tienen un impacto negativo en el funcionamiento de la economía”, declaró.
“Una dictadura es un error de optimización política, es como un virus para una computadora. Al ser un error de optimización, principalmente cuando hay decisiones irracionales en muchos sentidos de parte del poder político, esto va generando perturbaciones en la actividad económica”, añadió.
Peña sostuvo que le resulta “difícil que la llamada tecnocracia” no conozca la situación del país, y si lo conoce “no lo están manifestando de manera abierta en su declaración”.
El informe del FMI señala en otro punto que: “la misión reconoce los esfuerzos de las autoridades para mejorar la transparencia fiscal e insta a que estos se mantengan”.
Añade que: “La misión apoya firmemente los esfuerzos de las autoridades relativos al desarrollo de un manual estandarizado para la consolidación de los estados financieros, los informes de auditoría del gobierno central, las instituciones descentralizadas y las empresas públicas, así como los esfuerzos relacionados con la ampliación de la cobertura y la publicación de estadísticas de finanzas públicas”.
“Esto no es cierto”, zanjó Peña sobre estos últimos dos párrafos. “En Nicaragua no existe lo que se denomina un gobierno abierto. Un ciudadano no puede ingresar a una página web y ver en qué se está utilizando cada dólar recibido en materia de cooperación internacional o de préstamos y créditos aprobados por organismos financieros internacionales como el FMI y el Banco Mundial” que al final “lo termina pagando el ciudadano con sus impuestos”, agregó.
“Todo se maneja de modo secreto, muy discrecional, y se le oculta y manipula mucha información a la ciudadanía”, recalcó.
“El FMI solo tiene una fuente, la fuente gubernamental, los informes, las cifras alegres, las noticias fantásticas sobre Nicaragua, solo las recibe de una principal fuente: el gobierno. Y por supuesto que el gobierno le va a decir que Nicaragua cada vez se parece más a Suiza o a Noruega”, criticó Peña.