La defensora de derechos humanos, Haydée Castillo, expresó su escepticismo sobre la viabilidad de un proyecto de sucesión dinástica en Nicaragua, al afirmar que ante la eventual muerte del dictador Daniel Ortega, ni su esposa Rosario Murillo ni el hijo de ambos, Laureano Ortega Murillo, podrán “sostener el sistema dictatorial” en el país.
Castillo argumentó que el régimen ha logrado mantener una mínima cohesión basada únicamente en la represión y en la figura de Ortega, quien es instrumentalizado por Rosario Murillo y “su clan”.
“Nosotros coincidimos en que el proyecto de sucesión no es posible en un país como Nicaragua. El pueblo de Nicaragua es un pueblo bastante politizado, es un pueblo que a pesar de todas las dificultades, se mete a la política, discute, propone, analiza. Solo que ahorita hay un gran terror de estado y su manera de resistir es a través del silencio”, dijo Castillo a La Mesa Redonda.
“Cómo puede pensarse en una sucesión, si quien lidera este grupo dogmático, extremista, radical que está conduciendo al país al caos, son precisamente las personas que también aspiran a sustituir al que lidera en este momento. De manera que ya sea por una ausencia física o por un desplazamiento a través de un de un fraude electoral, en cualquiera de sus formas hay una advertencia, sea Rosario o sea su hijo, ninguno de los dos van a poder sostener el sistema dictatorial”, agregó.
Castillo señala que si estos dos personajes llegaran al poder sería por “días” a como ocurrió con “los 17 días que gobernó el que pusieron después de Somoza”.
La activista resaltó la necesidad de prepararse para los cambios “peligrosos” que se avecinan en Nicaragua en este proceso de sucesión dinástica, subrayando la importancia de estrategias sólidas para evitar que la crisis política y social actual se profundice aún más y afecte al pueblo nicaragüense.
“Al momento de que pase cualquiera de estas cosas, esa es la advertencia para nosotros también, para el pueblo de Nicaragua. Nosotros tenemos que estar preparados, tenemos que estar organizados, tenemos que tener esas estrategias –que mucho se está trabajando– para saber cómo sortear la situación y evitar que en Nicaragua la crisis que esta gente está heredando y está profundizando se nos revierta al pueblo de Nicaragua”, zanjó.
Castillo, también hizo un llamado a la sociedad nicaragüense a organizarse y trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos venideros desde todas las perspectivas posibles. “Esto requiere una preparación desde todas las ópticas, si somos realmente una sociedad, un liderazgo, una sociedad política, económica, social, responsable con el pueblo de Nicaragua”, indicó.
Además, destacó la importancia de acelerar el paso en la preparación para el cambio político y social que se avecina, pero también advirtiendo contra la complacencia y la inacción.
“A nosotros tampoco nos llegaría bien ni un golpe de estado, ni una toma de las riendas del país de las fuerzas militares, porque entonces como dicen es salir de Guatemala a Guatepeor, o caer en la en la misma situación”, advirtió.
Por último, Haydée Castillo aseguro que “no es cierto que no estamos haciendo nada y yo sigo insistiendo hay que apurar el paso, pero también no es de soplar y hacer botellas”.
