Destacados / Nacionales · 27/05/2024

Dictadura inauguró escuela de hotelería en propiedades robadas a la familia Chamorro Barrios

La dictadura de Daniel Ortega inauguró el pasado viernes una escuela de hotelería en San Juan del Sur, en dos condominios propiedad de opositores, incluido uno construido por la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997) y sus cuatro hijos.

La escuela de hotelería y turismo ‘Nicarao’ fue inaugurada por el Instituto Nacional Tecnológico (Inatec) en las propiedades expropiadas a la familia Chamorro Barrios y a Rafaela Cerda, madre del exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Rafael Solís Cerda.

Esta nueva escuela, dedicada a la formación de profesionales del sector turístico y hotelero, atenderá a más de 600 protagonistas en dos instalaciones físicas, completamente equipadas con todas las herramientas para el desarrollo de una amplia oferta formativa”, indicó el Inatec a través de sus redes sociales.

Condominio de la familia Chamorro

El pasado 29 de enero, el régimen de Daniel Ortega se apropió del condominio ‘Fallarón de Sotavento’, compuesto por cuatro apartamentos y una casa de servicio, construido por la familia Chamorro Barrios en el balneario de San Juan del Sur, donde ahora funciona la nueva escuela de hotelería, según denunció esa familia.

Los propietarios fundadores de la sociedad ‘Farallón de Sotavento’ fueron Violeta Chamorro y sus hijos Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana y Carlos Fernando, todos Chamorro Barrios, en iguales porcentajes accionarios.

Posteriormente, doña Violeta, de 94 años y quien desde mediados de octubre pasado reside en Costa Rica bajo el cuidado de su familia y bajo atención médica, distribuyó sus acciones entre sus cuatro hijos, de forma proporcional, de acuerdo con la familia.

En 2017, Pedro Joaquín y Carlos Fernando, vendieron su porcentaje de la sociedad a otros dueños y cesaron su participación en la misma.

Casa de la madre de Rafael Solís

La otra propiedad donde también fue inaugurada la nueva escuela de hotelería es donde funcionaba el hotel ‘Casa Blanca’, propiedad de Rafaela Cerda, de 93 años y madre del exmagistrado Solís Cerda, desnacionalizado y exiliado en Costa Rica.

Solís Cerda, que renunció a su cargo en enero de 2019, es padrino de bodas de Ortega y de su esposa Rosario Murillo, a los que acusó de no actuar con sensatez y cordura en la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018, sino más bien con el afán de imponer un “Estado de terror” con el uso excesivo de fuerzas parapoliciales.

La semana pasada, la Procuraduría General de la República justificó las expropiaciones de propiedades a ONG, medios de comunicación, empresarios y a nicaragüenses desnacionalizados, bajo el argumento de que han sido decomisadas por la supuesta comisión de delitos contra la seguridad ciudadana, narcotráfico, lavado de dinero o incumplimiento de las leyes.

Una investigación del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción (OPTA) y el organismo Hagamos Democracia, calculó en al menos 250 millones de dólares las expropiaciones efectuadas por el Estado de Nicaragua.

*Con EFE