Adrián Meza Soza: “Ninguna dinastía familiar ni siquiera la de Ortega, tiene futuro político en Nicaragua”

El catedrático nicaragüense Adrián Meza Soza, rector de la Universidad Paulo Freire (UPF), habló con La Mesa Redonda sobre el futuro de las dinastías familiares en Nicaragua, 45 años después de la revolución sandinista.

En ese sentido, Meza Soza declaró que ninguna dinastía familiar, incluida la de Daniel Ortega, tiene viabilidad política en el país, bajo el argumento de que la historia de Nicaragua no permite la repetición de modelos dinásticos como el somocismo, señalando contradicciones inherentes a ese modelo.

“El legado de rebeldía de la historia de nuestro pueblo… hace imposible que se vuelva a poder instalar de manera perpetua un modelo dinástico de poder, el régimen está condenado a liquidarse. La historia de nuestro país no da para repetir una emulación del somocismo, porque hay contradicciones intrínsecas en ese es modelo que son impresentables… Es decir, ninguna dinastía familiar, ni siquiera la de Ortega, ni la de cualquier otro que venga, tiene futuro político en Nicaragua”, declaró.

“Las dinastías familiares en Nicaragua no tienen futuro, se caen en pedazos, se van cayendo en pedazo sobre el camino; veamos el régimen ahora, se va cayendo en pedazos… por razones históricas la casa sigue cayéndose”, agregó.

Meza Soza destacó la manipulación simbólica realizada por el orteguismo, que se apropió de los símbolos revolucionarios para perpetuar un régimen que “no representa los ideales originales del sandinismo”. Y criticó la confusión que esto genera entre las nuevas generaciones, asociando al sandinismo con crímenes y represión, en lugar de un “legado de lucha y justicia social”.

“Se quedan con los símbolos, porque saben lo que los símbolos representan. Entonces qué ocurre, que para la población, incluso para las nuevas generaciones que no tienen nada que ver con el sandinismo que vos y yo vivimos; al quedarse el orteguismo con los símbolos, con la bandera roja y negra, con las canciones, con el discurso… el pueblo dice: ‘¿eso es el sandinismo? no quiero saber nada del sandinismo’, porque ahora lo vinculan con los crímenes, con las torturas, con la violación de nuestras estudiantes, con la represión, con la corrupción galopante, con narcotráfico; es decir con todo lo que el somocismo representó y contra el cual nosotros nos levantamos”, destacó.

“Lo que yo conocí del sandinismo fue una experiencia política y una experiencia de vida cualitativamente contrastada en todos los aspectos con el régimen actual; esto no es sandinismo, ni siquiera es sandinismo malo, no, esto es somocismo resucitado con los símbolos de la revolución que lo derrotó”, añadió.

Meza Soza también subrayó la necesidad de matizar la historia del sandinismo, reconociendo tanto sus logros como sus errores. Destacó que las revoluciones no son puras y que las nuevas generaciones deben estar alertas a las tentaciones del poder.

El rector enfatizó que el verdadero enemigo del régimen no son las potencias extranjeras, sino los propios nicaragüenses que representan una negación al sistema orteguista. “El verdadero enemigo somos nosotros, porque nosotros representamos su negación y eso no lo soporta”.

Asimismo, reconoció que el modelo de democracia representativa necesita ser perfeccionado para responder a las características de una sociedad diversa y moderna. “En un país nuevo tiene que haber espacio para todos”, zanjó.

Pese a la gravedad de la situación, Meza Sosa se mostró optimista sobre el futuro de Nicaragua. Confía en que el régimen actual caerá y que el país podrá construir una democracia inclusiva y representativa, aprendiendo de las lecciones del pasado sin repetir los errores.

“El régimen va a caer y vamos a tener la oportunidad de construir otro país. Y vamos a continuar en la ruta de nuestra evolución social”, apuntó.