La Arquidiócesis de Managua lamentó en un reciente comunicado que “no se vislumbran hasta el presente caminos de una salida pacífica a la crisis, cuyos obstáculos principales son la falta de condiciones mínimas para elecciones, la división por intereses mezquinos, el estado de sitio de facto y la continua violación de Derechos Humanos confirmada por organismos internacionales, que alargan la agonía del pueblo”.
En este contexto, llamó a los nicaragüenses a “no ser indiferentes o simples espectadores ante situaciones dolorosas y dramáticas que se siguen dando en el país”.
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La Iglesia Católica denunció que en Nicaragua, continúa el asedio contra cualquier expresión opositora y organizaciones de víctimas que reclaman justicia y verdad, la agresión física hacia el ejercicio del periodismo, el lenguaje soez y violencia irracional de parte de quienes deberían proteger la seguridad de los ciudadanos, en este caso la Policía Orteguista.
Agregó que “con dolor hemos recibido noticias de crímenes y muertes impunes, especialmente en las comunidades del interior del país”.
En el comunicado, llaman a la población a mantenerse firmes y citando a Corintios indican: “Acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos rematan”.
“En medio de la prueba nos mantenemos firmes en la fe y la esperanza, sostenidos por Cristo el vencedor de la muerte, que irradia su luz pascual a todos los que le abren el corazón y la mente en este tiempo de gracia”, concluyó el documento.