Nacionales · 16/04/2020

COVID-19 en cárcel “La Modelo” sería “desastroso”, afirma exfuncionario

La presencia del COVID-19 podría tener un efecto “desastroso” en la cárcel “La Modelo”, la mayor de Nicaragua, ya que tres cuartos de la población carcelaria estaría en riesgo de muerte, informó este miércoles el exdirector de Servicios Médicos de Máxima Seguridad, Freddy Blandón.

Esto supone que más de 5.000 reos estarían en alto riesgo si el coronavirus se cuela en “La Modelo”, de acuerdo con los cálculos del exfuncionario.

“El efecto sería desastroso, eliminaría a unas tres cuartas partes de la población carcelaria, porque están con un sistema inmunológico vulnerable, el hacinamiento, las condiciones del agua, la contaminación, más todas las acciones coercitivas, y en el caso de los presos políticos, la tortura, el maltrato verbal, el hacinamiento”, dijo a la agencia EFE Blandón, especialista en medicina familiar.

Según el doctor, quien trabajó en “La Modelo” entre 2016 y 2017, la vulnerabilidad de los reos se debe a las condiciones de cualquier cárcel de Latinoamérica, y es agravada por las particularidades de Nicaragua.

Entre dichas condiciones está la falta de inventario médico, y el hacinamiento, ya que hasta 40 convictos son acomodados en calabozos diseñados para 15 personas.

CONDICIONES Y DECISIONES

“Ahí ellos duermen sentados, unos al lado de otro, en el piso, el agua llega una hora en la mañana y una hora en la tarde, sale con sarro, los presos la cuelan con un pañuelo y de esa manera la toman, evitan las partículas que pueden ver, pero no las bacterias, los parásitos, ni sedimentos”, relató Blandón.

En el caso de las cárceles de máxima seguridad, donde caben dos reos, si bien no hay hacinamiento, ellos deben convivir en un espacio de 1,50 por 1,25 metros, con alta humedad y calor extremo, ya que las pequeñas ventanillas fueron diseñadas para que el aire no circule.

A eso se le suma, según el exfuncionario, que si un convicto necesita atención médica, la administración del Sistema Penitenciario Nacional debe “consultarlo al Ministerio de Gobernación, el viceministro Luis Cañas, para que después consulte con Presidencia, para saber si le da una pastilla para el dolor”.

De acuerdo con Blandón, en el mejor de los casos, una situación de emergencia en salud es atendida 45 minutos después, y la situación de los más de 60 presos políticos es más compleja, ya que algunos como Marvin Vargas (considerado preso político y antiguo militar sandinista) no siempre son atendidos, pues “frente a su celda tienen una raya amarilla, a un metro, para que ni un miembro del sistema penitenciario se acerque sin autorización”.