La crisis social, política y económica en la que está inmersa Nicaragua desde abril de 2018 ha reafirmado más la misoginia y el machismo, y ha dejado en un estado de indefensión jurídica a las mujeres, advirtió la activista y defensora de la mujer Sandra Ramos.
En entrevista con la agencia EFE, Ramos, quien es directora del Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas «María Elena Cuadra», sostuvo que las mujeres nicaragüenses se encuentran «sometidas» a un estado de indefensión, «donde nuestra vida permanece en constante riesgo».
Ese estado de indefensión, argumentó, se debe a la ausencia de un Estado de Derecho, al no contar plenamente con el funcionamiento de las Comisarías de la Mujer, y «a que el instrumento principal que debe de proteger la vida de los nicaragüenses, que es en este caso la Policía, pues se ha convertido en un elemento represor de la misma población».
INSTITUCIONALIDAD DÉBIL
«Por lo tanto, al no haber un Estado de Derecho, los misóginos, los machistas, se creen todavía con el derecho de quitarle la vida a las mujeres, a sus madres, o a sus padres, porque saben que no hay una institucionalidad fuerte que sancione y castigue realmente los feminicidios y los parricidios que están habiendo en Nicaragua», señaló.
En lo que va de año en Nicaragua, tres hombres han matado con saña a sus madres.
Las ONG registran en lo que va de año al menos nueve mujeres asesinadas, incluidas las tres madres, una menor de 9 años y una adolescente a la que un taxista mató por robarle un teléfono móvil valorado en 120 dólares.
«Estamos en un estado de indefensión jurídica las mujeres, donde nuestra vida permanece en constante riesgo», alertó Ramos.
HERENCIA DE LA «REPRESIÓN»
«Ya vimos que mujeres jóvenes están siendo asaltadas en los taxis, están siendo violadas en el camino, pero eso se debe a esa herencia de represión a la que fue sometida la ciudadanía en general» a raíz del estallido social de abril de 2018, consideró.
A su juicio, los machistas se han liberado contra las mujeres porque creen que ninguna institución del Estado está persiguiendo ese tipo de delitos y «se creen en la total libertad de hacer con nuestras vidas los que ellos quieren».
>> Buscan formar un solo bloque de oposición en Nicaragua con miras a las elecciones
Los especialistas han advertido que a raíz de la crisis sociopolítica que sufre Nicaragua, y que ha dejado cientos de muertos, heridos, desaparecidos, detenidos y decenas de miles en el exilio, se han incrementado los problemas emocionales y de salud mental.
Para Ramos, uno de los efectos de la crisis es que ha reafirmado «más la misoginia, el machismo y la discriminación contra las mujeres, las niñas y los niños en este país».
SIN PODER MARCHAR
Asimismo, la activista, valoró que en este momento las mujeres en Nicaragua se encuentran «en una situación de retroceso de todos nuestros derechos».
«Al punto que el 8 de marzo (Día de la Mujer) ni siquiera podemos salir a las calles a hacer nuestras demandas colectivas, como se hacen en cualquier parte del mundo», alegó.
Explicó que «desde hace años» el régimen de Daniel Ortega les impide marchar en las calles para expresar sus principales demandas.
«Las mujeres reclamamos que el Gobierno retorne al Estado de Derecho a Nicaragua. Necesitamos un Estado de Derecho que vele y garantice por la vida de las mujeres y los ciudadanos nicaragüenses», remarcó.
Nicaragua era considerado uno de los países más seguros de Latinoamérica hasta el estallido social contra Ortega, en abril de 2018.