Nacionales · 25/02/2020

Niña indígena miskita “secuestrada por guardias sapos”, denuncia Susana Marley Cunningham

La socióloga y líder indígena miskita Susana Marley Cunningham, conocida como “Mamá Grande”, denunció que en el centro hospitalario de Puerto Cabezas, donde se encuentra internada la adolescente de 15 años Diajaira Lacayo Wislow, quien fue herida de bala en su rostro, el régimen orteguista le tiene prácticamente secuestrada, pues le ha puesto a “guardias sapos” en la puerta de lugar donde está.

La menor resultó con una herida de bala en su cara, durante un ataque ocurrido el 16 de febrero, en la comunidad Santa Clara, territorio Wangki Twi Tasba Raya, en Waspam, cuando unos 200 colonos armados dispararon, hiriendo a la adolescente y destruyéndole su dentadura.

Diajaira Lacayo Wislow

“La tienen en calidad de secuestrada le pusieron guardias sapos a cuidar la puerta, una situación que ellos están manejando en secreto”, dijo Cunningham.

Según la líder miskita, el Ministerio de Salud (MINSA) está condicionando el traslado de la menor a Managua, exigiendo que una doctora vaya con ella y un familiar, pero que el costo del pasaje de ida y vuelta de esta médica sea pagado por la familia de la niña y no por el sistema de salud del país.

“Hay que sacar a la niña porque está moradita. Lo más triste y lamentable y de mucha vergüenza, (es que) Minsa, exige a la familia o los donantes que paguen el pasaje ida y regreso de la médico que va acompañar a la niña, esto son cosas que están haciendo retardación en la salud de la niña”, contó Cunningham.

Asimismo, el MINSA piensa trasladar a la adolescente a un hospital público y no al hospital Vivian Pellas, a como han pedido defensores de derechos humanos.

Susana Marley Cunningham, también mencionó que la comunidad Santa Clara a la que pertenece la menor, se encuentra asediada por colonos armados, bajo la complicidad del dictador Daniel Ortega, quien a través de su Policía ha negado el ataque armado de colonos a las comunidades del Caribe.

“Ellos negaron, que no eran que no la habían herido los armados, pues desde anoche está sitiada esa misma comunidad de la niña, más de 50 hombres armados hasta los dientes, las familias, los niños todos están en las montañas. Ahora qué va a decir este asesino dictador (Ortega), qué va a decir ahora”, reprochó la líder indígena.

Susana Marley Cunningham, líder indigena miskita / Foto: Oscar Navarrete/ LA PRENSA.

Hizo un llamado a la comunidad internacional a presionar más al régimen orteguista para que la niña sea atendida de emergencia.

“Que ellos (el régimen orteguista) busquen cómo pagar, porque nosotros somos pobres, nos mantienen empobrecidos en medio de un territorio tan rico con mucho oro (…) Hay que denunciar fuertemente para que respete los derechos humanos de los miskitos”, insistió Cunningham.

Los indígenas de la costa Caribe de Nicaragua han sufrido diversos ataques armados en las últimas semanas.

El 30 de enero pasado, un ataque armado dejó cuatro indígenas muertos en la comunidad Alal, en la reserva Bosawas, un hecho que la Policía no informó de manera completa y que el régimen de Ortega negó, hasta que los testigos mostraron fotos e identidades de cada uno de los cadáveres.

Los ataques de colonos contra indígenas se han multiplicado en los últimos diez años. Al menos 20 indígenas han muerto en dichos ataques desde 2015, según datos de la organización Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil).

La Cejil ha advertido de que los indígenas del Caribe de Nicaragua corren el riesgo de ser exterminados y se encuentran en una grave situación de abandono y vulnerabilidad debido a la constante invasión de sus territorios.

Los indígenas del Caribe nicaragüense afirman que no se respeta la autonomía de sus territorios y que los colonos son autores de asesinatos, secuestros, heridos, y desplazamientos forzosos, así como la pérdida de 1,5 millones de hectáreas de bosques desde 2009.