Al menos 14 organizaciones nacionales e internacionales denunciaron este lunes el aumento de la represión en Nicaragua en el marco del aniversario de las protestas que iniciaron en abril de 2018 contra el régimen Ortega-Murillo.
A través de un comunicado conjunto el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), la Organización Mundial contra la Tortura, Front Line Defenders, la Iniciativa Nicaragüense de Defensoras de Derechos Humanos, la Fundación Acceso, Amnistía Internacional, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), The International Institute on Race, Equality and Human Rights (Race & Equality), la Unidad de Defensa Jurídica, el Colectivo Nicaragua Nunca Más, la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras (IMD), la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses, y Asociadas por lo Justo (JASS) señalaron que periodistas, defensores y defensoras de derechos humanos, familiares de víctimas, personas excarceladas y activistas viven una escalada de agresiones y asedio policial en el marco del segundo aniversario de la grave crisis de derechos humanos que se vive en Nicaragua.
“A dos años de las protestas cívicas iniciadas el 18 de abril de 2018, organizaciones sociales nicaragüenses dan cuenta de un recrudecimiento de la represión por parte del gobierno y grupos afines como estrategia para inhibir la conmemoración del segundo aniversario del inicio de las masivas manifestaciones”, indicaron las organizaciones.
De acuerdo con información recopilada por las organizaciones nacionales, entre la noche del 17 de abril y la madrugada del 19 se reportaron 65 incidentes, que incluyen agresiones físicas, amenazas, asedio y ataques a viviendas así como detenciones ilegales de personas. Dentro de estos, 32 fueron agresiones dirigidas a activistas mujeres y sus familias, incluyendo insultos y amenazas de tipo sexual.
“Uno de los hechos más preocupantes es la agresión física sufrida por Luis Potosme, padre del periodista independiente exiliado Winston Potosme, el pasado 17 de abril. El periodista denunció en redes sociales que grupos afines al gobierno entraron a la vivienda del señor Potosme en plena madrugada, lo agredieron físicamente hasta dejarlo en estado delicado de salud y utilizaron su teléfono celular para enviarle mensajes de texto amenazadores a su hijo exiliado”, destacaron las ONGs.
Para las organizaciones, esta escalada de agresiones es parte de la “estrategia reiterativa” del régimen Ortega-Murillo para “desarticular la protesta ante acontecimientos relevantes para la crítica social en Nicaragua”.
Las organizaciones hicieron un “llamado enfático” a los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos y a la comunidad internacional en general a mantener un monitoreo atento a la situación de derechos humanos en Nicaragua. Particularmente, a los acontecimientos de represión tanto suscitados como previsibles en el marco del segundo aniversario de las protestas cívicas de abril de 2018.
“Reiteramos nuestro compromiso con la lucha legítima del pueblo nicaragüense por el restablecimiento pleno de sus derechos, con la búsqueda de libertad de las personas detenidas por motivos políticos y excarceladas, así como con todas las víctimas de graves violaciones de derechos humanos en su búsqueda de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición”, agregaron.