El régimen orteguista ordenó a sus turbas colocar en postes de varios puntos de Managua, papeletas en las que están impresas rostros de algunos de los jóvenes que ayer protestaron en la Universidad Centroamericana (UCA) contra la dictadura Ortega-Murillo.
En los papeles además está escrita la leyenda de «SE BUSCA», exponen datos personales de los jóvenes como su número de cédula de identidad y dirección domiciliar, poniendo en peligro su seguridad.
Incluso, medios oficialistas se dieron a la tarea de grabar los carteles que fueron pegados en los alrededores de la UCA para exponer los rostros de estudiantes, así lo constató el portal Nicaragua Investiga.
El Movimiento Defensa Estudiantil UCA, denunció a través de redes sociales sobre estos carteles señalando que se trata de una campaña de hostigamiento y amenazas contra los jóvenes que ejercen su derecho a la protesta.
«Así se encuentran los alrededores de nuestra universidad, nuestros compañeros están siendo hostigados y amenazados por defender su derecho y la libertad de expresión. Es claro el asedio constante que sufrimos tanto dentro y fuera del campus», escribió el Movimiento.
Este nuevo ataque contra los jóvenes opositores se da luego de que ayer un parapolicía se infiltrara en la UCA para grabar y fotografiar a varios estudiantes que protestaban contra el régimen y exigiendo la liberación de los presos políticos.
El hombre identificado como José Leonel Suazo Gutiérrez, que portaba un carnet de la Policía Orteguista, golpeó a varias estudiantes para evitar ser retenido, cuando los estudiantes lograron neutralizarlo borraron las fotos que había tomado con su teléfono móvil y luego lo dejaron ir.
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Un joven del Movimiento Defensa Estudiantil UCA, declaró en entrevista con La Mesa Redonda que este incidente en el recinto universitario es algo «que ya subió de nivel», pues el asedio y amenazas han aumentado.
«Tenemos compañeros que salieron en los videos que están siendo perseguidos. Ayer en la noche llegaron a asediar a tres de ellos, motociclistas han estado preguntando por sus direcciones, sus nombres. A una de ellas han conseguido hasta su horario de clases, no puede ir a la universidad porque saben a qué hora entra y sale», contó el joven que cubrió su rostro por razones de seguridad.
Agregó que pese al asedio seguirán protestando.