Internacionales · 02/09/2021

Naciones Unidas advierte de posible crisis alimentaria en Afganistán

Una nueva crisis. Las reservas de alimentos en Afganistán pueden acabarse a fin de mes, advirtieron funcionarios del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, mientras el país intenta hacer una transición de poder tras varias jornadas de caos y violencia.

En Afganistán, de los 38 millones de habitantes, un tercio de ellos no sabe si comerá todos los días. Ramiz Alakbarov, jefe humanitario de la ONU en Afganistán, alertó de la futura crisis alimentaria. “Para fines de septiembre, las existencias que el Programa Mundial de Alimentos tiene en el país se habrán agotado”, dijo.

En conferencia de prensa virtual, el funcionario aseguró que “no podremos proporcionar esos alimentos esenciales porque nos quedaremos sin existencias”. Los funcionarios de la ONU han resaltado que, de los 1.300 millones de dólares necesarios para ayudas generales, solo se ha recibido el 39%.

Los talibanes tienen el desafío de gobernar un país que depende en gran medida de la ayuda internacional mientras su crisis económica se agrava por el bloqueo de los fondos internacionales. En los mercados hay reportes de aumento en los precios de los alimentos básicos entre el 10 y 20 por ciento, así como la rápida devaluación de la moneda.

Khalid Payenda, exministro de Finanzas del recién derrocado gobierno afgano, declaró durante una intervención en la Universidad de Georgetown en Washington que en su país existe un estado “peligrosamente frágil”.

“Si la situación continúa así y no hay un gobierno que controle los precios, esto causará muchos problemas a la población local”, declaró Mohammad Sharif, un comerciante en la capital de Kabul.

 Según la agencia de la ONU para los refugiados, hay unos 400.000 afganos desplazados por la crisis al interior del país.

Pero los talibanes enfrentan otra amenaza: el grupo Estado Islámico, que es mucho más radical y se atribuyó, por ejemplo, la responsabilidad del atentado en el aeropuerto de Kabul el 26 de agosto.  

El reto económico que tienen encima los talibanes podría dar a occidente una pieza clave para negociar a que cumplan su compromiso de formar un gobierno inclusivo y garantizar los derechos de las mujeres.

*Con AP