Internacionales · 02/02/2021

Navalny fue condenado a 2 años y medio de prisión, y sus seguidores convocaron a protestar en las calles de Moscú

La Justicia rusa condenó este martes al líder opositor Alexei Navalny una pena de dos años y medio de prisión al hacer efectiva una sentencia suspendida de 2014 que fue calificada de arbitraria por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La jueza del caso, Natalya Repnikova, dictaminó que el dirigente opositor, que volvió a Rusia en enero tras recuperarse del envenenamiento con el agente químico Novichok, violó la libertad condicional al no personarse el pasado año ante la autoridad competente.

Si bien la condena es de tres años y medio, la misma se redujo por los diez meses que el opositor pasó en arresto domiciliario.

“El punto principal de este juicio no es cómo resulte para mí: meterme en la cárcel no es difícil (…) La razón principal de esto es intimidar a un gran número de personas”, dijo Navalny ante el tribunal. Asimismo, sostuvo que Putin pasará a la historia como un “envenenador”.

“Todos se han convencido de que él (Putin) es un simple funcionario de tres al cuarto, que fue puesto en el cargo por casualidad. Nunca ha participado en un debate. Su único medio de lucha es el asesinato”, dijo.

El fallo satisface la petición del Servicio Penitenciario Federal (SPF) de convertir en real la pena suspendida dictada en el caso de estafa y lavado de dinero a la compañía “Yves Rocher Vostok”.

En 2014 Navalny y su hermano Oleg fueron condenados en un caso de fraude comercial y blanqueo de capitales. Estaban acusados del robo de 26,7 millones de rublos (casi 500.000 dólares) de la empresa de perfumería Yves Rocher Vostok, entre otros presuntos delitos.

En la sentencia hecha pública hoy, el tribunal desoyó los argumentos de la defensa, que consideró ilegal la decisión de prolongar un año la libertad condicional hasta finales de 2020.

Además, Navalny denunció que no podía personarse ante las autoridades penitenciarias porque se encontraba en Alemania, primero en coma y después rehabilitándose del intento de asesinato.

El equipo de trabajo de Navalny convocó inmediatamente a sus seguidores a protestar en el centro de Moscú. Decenas de miles de personas se han sumado a las manifestaciones en todo el país desde que el líder opositor fue detenido a mediados de enero.

Las masivas protestas se han saldado con más de 9.000 detenciones.

Este martes, previendo nuevas protestas, la policía cerró los accesos a la Plaza Roja y reforzó la seguridad en varios lugares de Moscú. Con el correr de las horas, mientras en la sala se desarrollaban los alegatos, el número de detenidos superó los 350. También hubo un gran despliegue de seguridad en la ciudad de San Petersburgo.

Decenas de países y organismos internacionales, entre ellos Estados Unidos y la Unión Europea, han pedido a Rusia que libere a Navalny y han condenado la represión policial.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó en 2017 que la condena de Navalny de 2014 era “arbitraria e irrazonable.”

El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, instó este martes a Rusia a liberar a Navalny, calificando de “perversa” la orden judicial de Moscú para que cumpla condena. “El Reino Unido pide la liberación inmediata e incondicional de Alexey Navalny”, señaló el jefe de la diplomacia británica en un comunicado.

“La perversa sentencia de hoy, que apunta a la víctima de un envenenamiento en lugar de a los responsables, demuestra que Rusia no cumple con los compromisos más básicos que se esperan de cualquier miembro responsable de la comunidad internacional”, agregó.

Tras la sentencia impuesta por la justicia rusa, Estados Unidos también exigió la liberación “inmediata y sin condiciones” del líder. “Reiteramos nuestro llamado al gobierno ruso para liberar inmediatamente y sin condiciones al señor Navalny, al igual que los otros cientos de ciudadanos rusos injustamente detenidos en las últimas semanas por ejercer sus derechos, incluyendo los derechos a la libre expresión y la manifestación pacífica”, indicó el secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado.

En esa línea se pronunció el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas: “El veredicto de hoy contra Alexei Navalny es un amargo golpe contra las libertades fundamentales y el Estado de Derecho en Rusia (…) Navalny debe ser liberado inmediatamente”.

También en Twitter, la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, escribió: “¿Primero envenenan a Navalny y luego lo meten en la cárcel porque no cumple las condiciones de la libertad condicional mientras está en coma? Puro cinismo”. Y añadió el hashtag “#FreeNavalny”.

El gobierno de Putin, no obstante, viene rechazando todas las críticas de Occidente.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo este martes que no hay razón para que la detención de Navalny afecte a los lazos de Rusia con los países europeos. “Esperamos que no se produzcan tonterías como vincular las perspectivas de las relaciones entre Rusia y la UE con el residente de un centro de detención”, manifestó a los periodistas, siguiendo la tradición del Kremlin de no utilizar nunca el nombre de Navalny.

*INFOBAE