Opinión / Ensayos · 13/04/2023

Nicaragua: ¿El desacople de la política represiva?

*Por Óscar René Vargas / 13 de abril de 2023.

Situación económica

Los márgenes de ganancias de los bancos suben por encima de los ingresos de las familias y les cargan los costes de la inflación. Los bancos obtuvieron a un notable incremento de sus beneficios durante el año pasado (2022) y los salarios han experimentados, a lo largo del año 2022, subidas por debajo de los precios de la canasta básica.

Se trata de un efecto que se intuía, pero sobre el no teníamos, hasta ahora, evidencia plenamente contrastable: los costes de la inflación están cayendo sobre las familias pobres, pero no sobre las ganancias del gran capital financiero, que no solo se han mantenido, sino que se han incrementado los beneficios en medio de la actual escalada de precios de la canasta básica.

La política económica no puede permanecer ajena a este fenómeno que afecta la desigualdad socioeconómica, pero también al conjunto de la economía nicaragüense. La actual situación invita a mejorar el nivel de conocimiento público sobre los márgenes/beneficios bancarios.

El desigual reparto de los costes de la inflación de la canasta básica requiere un análisis de sus causas y consecuencias. En cuanto a las causas, el exceso de márgenes/beneficios empresariales puede tener diferentes motivos, como la ausencia de una verdadera competencia en varios sectores y las exoneraciones otorgadas por el régimen para congraciarse con el gran capital. Así mismo por la caída de la capacidad negociadora de los asalariados también forma parte de esta ecuación.

En cuando a las consecuencias, el incremento de los márgenes/ganancias no solo contribuye negativamente a la desigualdad socioeconómica, sino que, además ejerce una presión adicional a la inflación y sustituye la espiral precios-salarios, que no ha hecho acto de presencia, por una dinámica precios-beneficios que se ha convertido en el motor de la inflación, incidiendo así en las ya difíciles condiciones de las familias pobres y de las clases medias que siguen perdiendo capacidad de compra.

Pareciera que los banqueros y el gran capital no tienen ningún interés en desacoplarse de Ortega y colocan sus intereses inmediatos ante la ola represiva del régimen. No toman en cuenta que la inflación, las sanciones, el aislamiento internacional, la crisis migratoria y la crisis religiosa los afectara para desacoplarse si no adoptan una política independiente de las políticas fallidas de Ortega. El Fondo Monetario Internacional ha publicado la actualización de sus proyecciones económicas, con vistas a que sigamos viviendo con una inflación alta y estrés a nivel del sector financiero.

Como el rey Edipo, los banqueros y el gran capital llegarán a una ineludible bifurcación, donde tendrán que decidir entre mantener su actual sojuzgamiento a la dictadura o buscar una independencia estratégica que les permita disminuir los efectos negativos colaterales de la actual crisis general (social, política, económica, migratoria, religiosa e internacional).

Represión y política

La represión no ha finalizado, pero el ritmo de las operaciones y la intensidad se han debilitado. Sin haber alcanzado ningún logro de retomar la iniciativa política, no sería extraño que la dictadura estuviese preparando un posible adelanto de las elecciones para anticiparse a la constitución de la unidad opositora. Su actual aislamiento internacional no es idóneo para apostar que las elecciones del 2026 sea la mejor salida de la crisis general.

Mientras tanto, Ortega continuará su estrategia de represión selectiva mientras no adelante las elecciones si la oposición continua sin programa y dividida y las sanciones internacionales no toquen el tema económico (préstamos, inversiones, etcétera). Los próximos meses serán decisivos dependiendo de la calidad e intensidad de las nuevas sanciones que la comunidad internacional imponga al régimen; mientras al interior del país, el proceso de implosión continuará (perdida de base social, fracturas al interior de las instituciones estatales y fisuras entre las diferentes corrientes del orteguismo).

El orteguismo ha perdido fuelle con la implementación de su actual estrategia represiva; sigue sin lograr aplacar el malestar/ebullición social que se incrementa cada día por sus errores políticos, su ceguera y el rechazo generalizado de la población y la deserción de su base social.

Su objetivo sigue siendo como quebrar la resistencia social que se mantiene. La nueva ola represiva contra la iglesia ha aumentado la tensión político-social-religiosa en el país de manera desfavorable a la dictadura. La violación del derecho de realizar procesiones ha tenido consecuencias catastróficas para la dictadura ya que se ha incrementado más tensión entre el pueblo católico y el régimen. Hecho que se ha manifestado en la enorme concurrencia a los actos prohibidos de la Semana Santa en las principales ciudades del país. Se produjeron varios incidentes y detenciones que han generado mayores inconformidades y descontento de la población en general.

La represión religiosa ha vuelto a poner en primer plano el tema de la crisis política y social de Nicaragua de manera tal que el Papa Francisco se vio obligado a referirse a ellos nuevamente en su comparecencia el Domingo de Pascua.

¿Elecciones adelantadas?

A Ortega le queda el recurso de adelantar las elecciones con el objetivo de vencer por agotamiento, cansancio o división a las diferentes corrientes de oposición e incluso evitar mayores sanciones de parte de los Estados Unidos.

Algunos sectores piensan que la crisis política solo terminara con la caída de la dictadura. Sin embargo, otros sectores, más inmediatos y más sospechosos, ven a un orteguismo disminuido como única garantía para su futuro de tranquilidad. Otros, en cambio, quisieran buscar un portillo de salida más o menos ancho para que el orteguismo sea derrocado, pero no derrotado.

Por lo expresado por muchos sectores y sumando la acumulación de atrocidades, crímenes de lesa humanidad, torturas, corrupción y represión religiosa, es grande la repugnancia que produce la idea de transigir con Ortega o quien le suceda.

Si Ortega decide adelantar las elecciones en los próximos meses, el alfil que puede utilizar para encabezar su delegación, de manera abierta o encubierta, podría ser Humberto Ortega Saavedra (HOS), asumiendo la hipótesis del Ingeniero Roberto Samcam que toma en cuenta que fue Humberto quien encabezó las negociaciones con la contra/resistencia en Sapoa en 1989 en donde se decidió el adelanto de las elecciones de 1990 y de la transición con Antonio Lacayo en marzo de 1990.

La elección adelantada significaría la implementación de una política consciente de reducción de riesgos y de desacoplamiento de la política solamente represiva, con el objetivo de mitigar las sanciones, tanto en materia económica, reduciendo las probabilidades de nuevas sanciones que afecten al ejército.