Opinión / Ensayos · 17/04/2020

Nicaragua: el virus V2P y su epidemia de falsedades – Oscar René Vargas

El tirano desde su tribuna hace su discurso, miente y sonríe. / Él sabe que miente. / Nosotros sabemos que él miente. / Él sabe que nosotros sabemos que miente, por eso sonríe.

1. La manipulación de la verdad y la embriaguez de poder por parte del régimen Ortega-Murillo se alimentan de las mentiras. El engaño y la mentira se han vuelto moneda corriente en la política del régimen. Las mentiras no son errores, son decisiones de su estrategia política.

2. El régimen piensa, en el fondo, que con las mentiras puede alargar su permanencia en el poder. Sin embargo, el uso reiterado de las mentiras demuestra la pérdida del sentido de la realidad, especialmente a causa de un sentimiento intenso de miedo de perder el poder y/o el enfado con los ciudadanos insumisos.

3. El 15 de abril 2020 en las declaraciones del dictador Ortega, se demostró que a la par de la pandemia causada por el coronavirus se extiende en Nicaragua una peligrosa epidemia de desinformación y mentiras.

4. La comparecencia de Ortega demostró que el régimen ha pasado de la mediocridad a la decadencia. Para sus simpatizantes su aparición era esperada como una tabla de salvación resultó ser un barco a la deriva.

5. Desde abril 2018 hemos venido pronosticando el ocaso inevitable del régimen Ortega-Murillo. Hoy, ya no hay dudas. El político clave en la construcción de los laberintos del poder de la dictadura, mostró que le cayó la noche. Las imágenes captadas por la TV revelaron el declive y la disfuncionalidad del dictador.

6. Cuando Nicaragua debería de enfrentar el virus basado en la ciencia y la información verdadera, Ortega difunde consejos de salud perjudiciales y falsos datos sobre el sistema de salud; las ondas radiales se llenaron de falsedades; las descabelladas teorías sanitarias contaminaron los canales de TV; la vocería oficial del régimen sigue estigmatizando a personas y grupos sociales que proponen seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

7. Si tales prácticas son éticamente cuestionables en toda circunstancia, engañar y confundir a la opinión pública en el transcurso de una emergencia sanitaria como la actual no hace sino crear condiciones para un desastre; el golpeteo triunfalista aspira a convertirse en una catastrófica profecía.

8. En sí mismo, la comparecencia televisiva de Ortega es un ejemplo de las falsedades y mentiras del régimen ante las que alerta la ONU y la OMS que promueven a nivel mundial, pues Ortega combina lecturas sesgadas de la realidad, comparaciones carentes de sustento, afirmaciones aventuradas, esgrimidas sin más propósito aparente que la incitación al caos.

9. El régimen Ortega-Murillo se han embarcado en esta aventura de la desestabilización a través de provocar el caos, su táctica es exacerbar los miedos. Pregonar la lógica del sálvese quien pueda mediante la siembra de mentiras sobre los peligros del coronavirus y la realidad del sistema de salud nicaragüense, pues lo cierto es que parten de un cálculo equivocado: a contrapelo de su discurso triunfalista, y sin reconocer errores y tropiezos.

10. Hay una desconfianza generalizada sustentada en un gobierno irresponsable y basado en ausencia de evidencias. No cabe esperar, pues, que renuncien a su posicionamiento equivocado, que piensen en el bien del país y lo antepongan a sus deseos de permanecer en el poder a cualquier costo.

11. Los infectólogos llaman agente biológico patógeno (virus) al microorganismo capaz de producir enfermedad o daño a la biología de un huésped, sea animal o vegetal. En Nicaragua existe el virus más tenaz y destructivo se llama V2P (virus de dos patas), un enemigo mortal del cerebro humano.

12. Se estima que el V2P brotó en el siglo XIII, cuando la Iglesia cristiana, en disputa con el Islam, bloqueó el desarrollo de la medicina occidental. “Bajo pena de excomunión –dijo el papa Inocencio III– queda prohibido a cualquier médico curar a un enfermo si este último no se ha confesado previamente. Porque la enfermedad proviene del pecado” (Concilio de Letrán, 1215).

13. Así, 800 años después, la mayoría de los funcionarios del régimen padecen el V2P cuando mienten y aseguran que la pandemia del coronavirus está controlada y que sería un grito de Dios a la humanidad ante el desorden social, la violencia y el armamentismo. Una creencia compartida por otro enfermo con el V2P, el dictador Ortega, al afirmar que el coronavirus “es castigo de Dios”.

14. El régimen Ortega-Murillo (quienes desde hace años padecen el V2P), promovieron la alegría revolucionaria sandinista durante la semana santa, con actividades que llamaron a múltiples aglomeraciones en abierto desafío a la pandemia. La batalla contra las noticias falsas es clave en este frente contra el coronavirus.

15. Si algo se expresa en los dos frentes de esta pandemia es que no hay país que haya quedado fuera de la guerra mortal contra el nuevo coronavirus y, con semejante tensión a cuestas, no hay nadie que aguante la imprudencia de la mentira dictatorial. En estas condiciones la inacción es más peligrosa que la sobrerreacción.

16. En medio de esta crisis sanitaria sin precedentes, Ortega demostró su incapacidad de ofrecer a su propio pueblo, por no hablar de la región centroamericana, ningún ideal civilizatorio salvo la depredación ética y moral. La batalla contra las mentiras del régimen es clave en este frente de lucha contra la pandemia.

17. Ortega, sordo a todo, ni siquiera se da cuenta que ha degradado a Nicaragua en su nivel más bajo de influencia política y moral a nivel internacional y regional, con sus armas de siempre –la arrogancia del poder, el éxtasis del predominio, la ambición, el furor de la autoafirmación– bastante melladas. Su único credo ha sido la represión, la violencia y la mentira.

18. Lo que más miedo produce es saber que un personaje mediocre, fanfarrón, ridículo y contaminado con el virus V2P puede provocar la calamidad del país. No hay que olvidar que el virus V2P no desaparece solo, hay que combatirlo hasta su eliminación.