Opinión / Ensayos · 02/07/2021

Nicaragua, otro zarpazo y… ¿otro silencio?

Es difícil saber si Daniel Ortega se enfermó por el poder o está enfermo por  mantener el poder o ambas cosas, pero esto –ahora y a efectos prácticos no importa. Lo cierto es que un hombre que en su historia registra hechos  loables (como su participación en la lucha antisomocista o cuando,  aceptando su derrota electoral de 1990, entregó –como corresponde- la  presidencia a su sucesora, Violeta Barrios de Chamorro, de la alianza  opositora), se ha transformado en un presidente autócrata y autoritario,  aliado hasta hace poco, a las grandes fortunas (Consejo Superior de la  Empresa Privada – Cosep- mediante) capaz de reprimir sin piedad a su  pueblo junto al cual no supo, quiso o pudo, construir calidad de vida ni una  institucionalidad democrática, transparente, que le permitiera realizar, en  libertad, pacíficamente su destino. 

Visto desde nuestras latitudes los sucesos actuales pueden parecer una  inesperada “caída al abismo”, sin embargo no lo es. Ortega y el sector del  Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que lo sigue, fueron  transitando un largo proceso de deterioro que registra episodios de  corrupción, abandono de principios, enriquecimiento ilícito, maniobras y  acomodos junto con la peor derecha, destinados a amasar fortunas y a  perpetuarse en el poder. Todo esto fue pasando, para la mayoría de nosotros que lo observamos desde la lejanía poco informada, bastante inadvertido.  No obstante había hechos contundentes que sí se conocían, entre otros: 

  • su enorme enriquecimiento a partir de 1990 y más aún desde su vuelta al  poder en 2007 en una fórmula cuyo candidato a la vicepresidencia era un  banquero vinculado a la “contra”; 
  • los pactos electorales que había realizado con el empresario y dirigente  derechista Arnoldo Alemán (presidente de Nicaragua 1997-2002, famoso por la “derivación” de millones de dólares del Estado a cuentas personales y  familiares ) destinados a bajar el porcentaje de votos necesarios para  conquistar la presidencia y la obtención de la reelección presidencial, que  ahora transformó en indefinida; 
  • su persecución, ya nuevamente como gobernante, a los veteranos  sandinistas y las organizaciones que crearon después de irse de “su” partido que llevó a Dora Ma. Téllez a hacer, en 2008, una huelga de hambre en el  centro de Managua que logró una gran repercusión y solidaridad popular y a la cual apoyaron con una carta, entre muchos intelectuales, Chomsky,  Gelman, Galeano y Benedetti; 
  • su cruel hostigamiento al poeta y sacerdote Ernesto Cardenal (el mismo que por ser ministro de la revolución sandinista, debió soportar las iras y sanciones papales) imponiéndole desde el Estado, en 2017, una multa de US $800.000.oo (¡!) por uso indebido de predios e infraestructura (una escuela de formación de líderes campesinos construida por la revolución del 79, posteriormente transformada en hotel), en los terrenos de lo que fue  aquella comunidad de Solentiname, que pertenecen –como sostiene  Cardenal- a la Asociación para el Desarrollo de Solentiname, pero que la  viuda de su administrador reclama como propiedad privada. 

Fue en uno de esos islotes del Lago de Nicaragua olvidados del mundo,  donde Ernesto Cardenal había comprado unas manzanas de tierra, en las  que había fundado y asentado -a mediados de los 60- una comunidad  cristiana para artistas y artesanos en convivencia integradora,  alfabetizadora y culturizadora con agricultores, pescadores y demás  lugareños. Icónica en el mundo, cosechó el odio de la dictadura de Somoza,  fue referencia en la Teología de la Liberación y origen de sandinistas que se  brindaron por entero a la Revolución. Fue por esto que la dictadura de  Somoza la destruyó en 1977. 

Cardenal también recibió la solidaridad de poetas, escritores, asociaciones civiles y políticas del mundo entero. 

También sabíamos que Ortega fue, sucesivamente: 

  • 1979-85 Integrante, coordinador-presidente de la Junta de Gobierno de  Reconstrucción Nacional 
  • 1985- 90 Presidente de Nicaragua 
  • 1990 en más, candidato a la presidencia por el FSLN, además de ejercer  ininterrumpidamente su jefatura. 
  • 2007-12 Presidente de Nicaragua 
  • 2012-17 Presidente de Nicaragua 
  • 2017-22 Presidente de Nicaragua, esta vez la vicepresidencia la ejerce su esposa, Rosario Murillo, quien es tan responsable como Ortega de lo que  está pasando. 

Pero no fue hasta el 2018 cuando se reprimió a mansalva las protestas  pacíficas –sobre todo estudiantiles- que conmovían el país, donde murieron  centenas de nicaragüenses, otros fueron apresados y torturados y miles  debieron emprender el exilio, que Nicaragua volvió a ser cotidiana en  nuestras vidas. 

En esa ocasión, una parte de los que militamos por la democracia, los  derechos humanos, el progresismo y/o la izquierda, nos solidarizamos con  las víctimas y exigimos al gobierno nicaragüense el cese de la represión.  Otra parte prefirió dar por buena la “explicación” orteguista que atribuía  todo a una desestabilización golpista orquestada por EEUU y se plantó en un cómodo “antiimperialismo”. Otro sector, directamente no le prestó atención  y actuó como si no pasara nada.

Desde esa fecha, ha continuado la obstaculización y el hostigamiento contra los organismos de derechos humanos como el Centro Nicaragüense de  Derechos Humanos (Cenidh), presidido por una inclaudicable luchadora, la  Dra. Vilma Núñez; el desconocimiento de las sentencias de la Corte IDH y de las recomendaciones de la CIDH. Se ha actuado contra la prensa no  oficialista y contra los opositores. A principio de este mes, fueron detenidos  cuatro precandidatos presidenciales (Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix  Maradiaga, Juan S. Chamorro) y el fin de semana del 12-13 de junio, varios  militantes con responsabilidades en la Unión Democrática Renovadora  (Unamos) , antes llamado Movimiento de Renovación Sandinista, entre ellos  Ana Margarita Vijil , los comandantes revolucionarios Dora María Téllez y  Hugo Torres, además de Víctor Hugo Tinoco quien, en el período 1979-90,  fue negociador en el proceso de paz, embajador ante la ONU y vicecanciller. 

Todo en tiempos próximos a las elecciones fijadas para noviembre, en las  que muy probablemente Ortega volverá a postularse a la presidencia. 

Los derechos humanos no son una concesión graciosa de los Estados y sus  gobiernos, son conquistas de los pueblos. Los Estados que los reconocen y  plasman en distintos instrumentos jurídicos, tienen el deber de promoverlos  y respetarlos. 

Para su conquista fueron necesarias infinidades de luchas de distinto tipo,  en distintos lugares y épocas, con distintas inspiraciones filosóficas, políticas y religiosas. Así se fueron sucediendo y entrelazando las luchas contra la  esclavitud, por los derechos laborales, por la independencia, por los  derechos de las mujeres, contra el racismo, por la libertad, por el cuidado  del ambiente, etc. hasta conformar una malla –sin solución de continuidad que sustenta, en esta desquiciada y trágica contemporaneidad, los  sempiternos anhelos y luchas populares emancipadoras. 

No son exclusividad de nadie, son patrimonio de la humanidad y como tal  nos asisten y obligan a todos sin diferencias de ningún tipo, aquí, en  Colombia, en Palestina, en Myanmar, en el Mediterráneo o donde sea. 

Son el corazón de la esperanza de un mundo mejor. Su defensa, que es un  deber, nos educa a todos y es una sólida guía en la construcción de  nuestros países para un ahora y un futuro justos y promisorios. 

No es digno ni decente defenderlos cuando por “razones políticas” nos  conviene y callar cuando no. Tampoco es válido “justificar” su violación  porque otros “los violan más”; ni la hipocresía de políticos, partidos y  gobiernos propensos a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. 

Una vez más con preocupación, con pena y con fuerza, nos solidarizamos  con las víctimas y exigimos al gobierno de Nicaragua que cese la  persecución y la represión, que libere a los presos políticos y  respete el Estado de Derecho. 

Invitamos a los sectores democráticos y populares a solidarizarse sin temor  a que los confundan con los oportunistas que hoy se espantan por lo que  sucede en Nicaragua por mera conveniencia publicitaria pero que no vacilan en arrebatarles a sus pueblos aun sus banderas más sagradas con tal de  obtener provecho. Más bien, los que ayer callaron, deben preguntarse  cuánto contribuyó su silencio –sin quererlo- a la soberbia y la impunidad  con las que el orteguismo protagoniza una nueva satrapía y cuánto mal le  hace, este silencio, a la conciencia humanitaria que tanto necesitamos para  contribuir a un mundo más justo, libre y fraterno. 

18 de Junio de 2021 

Firman: 

1. Ademar Olivera, Uruguay 

2. Adriana Belloso, Uruguay 

3. Adriana Grisoni, Uruguay 

4. Agustín Cano, Uruguay 

5. Alberto Rosselli, Uruguay 

6. Aldo Marchesi, Uruguay 

7. Alejandro Bielli, Uruguay 

8. Alvaro F. Días Spinelli, Uruguay 

9. Alvaro García, Uruguay 

10. Américo Rocco, Uruguay 

11. Anabel Rieiro, Uruguay 

12. Angel Caputi, Uruguay 

13. Antonio Carámbula, Uruguay 

14. Asdrúbal López Zuasnábar, Uruguay 

15. Aynn Setright, USA 

16. Barbara Byers, USA 

17. Bernardo Ramazzi, Uruguay 

18. Brian Miller, USA 

19. Brigitte Hauschild, Alemania

20. Carlos Lamancha, Uruguay 

21. Carolina Pallas, Uruguay 

22. Christian Di Candia, Uruguay 

23. Claudia Conteris, Argentina 

24. Claudio Invernizzi, Uruguay 

25. Constanza Moreira, Uruguay 

26. Cristina Pastro, Uruguay 

27 .Daniel Bolani, Uruguay 

28. Daniel Gatti, Uruguay 

29. Daniel Martínez, Uruguay 

30. Deborah Barndt, Canadá 

31. Denise Chávez, USA 

32 .Edgardo Rubianes, Uruguay 

33. Eduardo Joly, Argentina 

34. Eduardo León Duter, Uruguay

35. Eduardo Pirotto, Uruguay 

36 .Edward J. McCaughan, USA 

37. Elena García, Uruguay 

38. Emilia M. Carlevaro, Uruguay

39. Ernesto Kreimerman, Uruguay

40. Eva Ana Tost, Uruguay 

41. Ewe Vaz, Uruguay 

42. Fernando Butazzoni, Uruguay

43. Fernando López D’Alessandro, Uruguay

44. George Bowering, Canada 

45. Gerardo Caetano, Uruguay 

46. Gonzalo Reboledo, Uruguay

47. Gonzalo Serantes, Uruguay

48. Graciela Muslera, Uruguay

49. Graciela Villar, Uruguay 

50. Gregory Randall, Uruguay

51. Gustavo Olmos, Uruguay 

52. Gustavo Ramos, Uruguay

53. Hugo Achugar, Uruguay 

54. Inés Vidal, Uruguay 

55. Isabel Carlevaro, Uruguay

56. Jesús Munárriz, España 

57. Jorge Humberto Chávez, México

58. Jorge Pedro Zabalza, Uruguay

59. José Díaz, Uruguay 

60. Juan Carlos Herrera, Uruguay

61. Juan Carlos Pita Alvariza, Uruguay

62. Juan Raúl Ferreira, Uruguay

63. Juana Canosa Bonjour, Uruguay

64. Judith Parnás, Uruguay 

65. Julio Dimitrioff, Uruguay 

66. Julio García, Uruguay 

67. Katia González Martínez, Colombia

68. Laura Carlevaro, Uruguay

69. Laura Fernández, Uruguay

70. Lee W. Field, USA 

71. Lía Margarita Randall, Uruguay

72. Lilian Celiberti, Uruguay 

73. Lincoln Bergman, USA

74. Lucio Ornstein, Uruguay 

75. Lucy Garrido, Uruguay 

76. Lucy R. Lippard, USA 

77. Luis Calegari, Uruguay 

78. Luis María Benvenuto, Uruguay

79. Lynda Yanz, Canada 

80. Mabel Bellucci, Argentina 

81. Mara Martínez, Uruguay 

82. Marcelo Estefanell, Uruguay

83. Marcelo Viñar, Uruguay 

84. Marcos Supervielle, Uruguay

85. Maren Ulriksen Ugarte, Uruguay

86. Margaret Randall, USA 

87. María Dibarboure, Uruguay

88. María Elia Topolansky, Uruguay

89. María Vázquez Valdéz, México

90. Mariela Mazzoti, Uruguay 

91. Marilyn Lindstrom, USA 

92. Marina López Munguia, México

93. Marisa Silva, Uruguay 

94. Martín Puchet. Uruguay 

95. Martín Randall, Uruguay 

96. Miguel Fernández Galeano, Uruguay

97. Mijail Yapor, Uruguay 

98. Milton Fornaro, Uruguay 

99. Milton Romani Gerner, Uruguay

100. Mónica Xavier, Uruguay

101. Nelson Villarreal Durán, Uruguay

102. Odilia Galván Rodríguez, USA

103. Olga Talamante, Argentina / USA

104. Orin Starn, USA 

105. Oscar Destouet, Uruguay

106. Pablo Anzalone, Uruguay

107. Pablo Carlevaro, Uruguay 

108. Rafael Sanseviero, Uruguay

109. Raul Arias, Ecuador 

110. Raúl Vallejo, Ecuador 

111. Raul Zurita, Chile 

112. Regina Katz, Ecuador 

113. Ricardo Elena, Uruguay

114. Ricardo Levins Morales, USA

115. Ricardo Roca, Uruguay

116. Robert Cohen, USA 

117. Roberto Massari, Italia

118. Rosana Cheirasco, Uruguay

119. Sandra Stevenson, USA

120. Sarah Mondragón, México

121. Sergio Meresman, Uruguay

122. Sergio Mondragón, México

123. Silvia Dutrenit, Uruguay

124. Silvia Pose, Uruguay 

125. Susana Mallo, Uruguay

126. Tineke Ritmeester, Holanda

127. Valeria Conteris, Uruguay

128. Vicente García-Huidobro, Chile 

129. William I Robinson, USA 

130. Ximena Mondragón, México 

131. Zoraida Soza Sánchez, Nicaragua

Firmas que llegaron luego de publicada inicialmente esta nota:
1.Brian Miller, USA
2.Carla Cererols, Uruguay
3.Carlos Baraibar, Uruguay
4.Carlos Liscano, Uruguay
5.Carmen García, Uruguay
6.Daniel Daners, Uruguay
7.Deborah Barndt, Canadá
8.Elena Poniatowska, México
9.José Pepe Mujica, Uruguay
10.Julio García, Uruguay
11.Katia González Martínez, Colombia
12.Lucía Topolansky, Uruguay
13.Luis Yarzabal, Uruguay
14.María Pollak, Uruguay
15.María Sara Ribero, Uruguay
16.Marina López Munguia, México
17.Mijail Yapor, Uruguay
18.Rafael Zeni, Uruguay
19.Roberto Elissalde, Uruguay
20.Roberto Tejada, USA
21.Sergio Mondragón, México