Opinión / Ensayos · 07/08/2020

Nicaragua: Unos reman hacia adelante, otros reman hacia atrás – Marco Aurelio Peña M.

¡Nicaragua, en el caudaloso río de la Historia (las aguas en movimiento del río del filósofo Heráclito), es como una pequeña y conflictiva embarcación; en la cual, mientras unos reman con todas sus fuerzas hacia delante, otros con motor a borda nos conducen hacia atrás!

En nuestro largo y atribulado camino hacia la libertad, la justicia y la democracia, debemos comprender que las causas nobles se desvirtúan cuando los ciudadanos no pueden discernir a los viles de los honestos. Una oposición política unificada (la llamada Coalición Nacional) derrotará la autocracia que nos atormenta y podrá capitalizar el cambio social al que tienden las jóvenes generaciones, sí y sólo si, rompe con los atavíos degenerados que la praxis política pilonera reproduce con el paso del tiempo, realizándose en la palestra pública bajo los arquetipos de la inteligencia, el liderazgo, el talento, la tenacidad, el valor, el ímpetu y la solvencia moral que una gesta de gran trascendencia colectiva supone.

Toda lucha sociopolítica es una lucha económica; toda lucha aparentemente por principios y posiciones políticas, es, en esencia, una lucha de intereses económicos. El porvenir del presupuesto público y la calidad de vida del nicaragüense promedio depende del ahora. El momento actual es el juego de ajedrez por la gestión de los recursos y los destinos de este pequeño país en las siguientes décadas. La seriedad del momento exige seriedad de pensamiento y acción.

El legado de la juventud actual dependerá de su grado de conocimiento, madurez y de su acción transformadora (coherente con sus principios), la cual, como clase media- baja, junto al resto de líderes que apuestan por un cambio social, se ve frenada por las élites que están permanentemente en alerta para defender sus privilegios, influenciando y adaptándose a los diferentes gobiernos, independientemente de su naturaleza, ya sea democrática o dictatorial, corrupta o transparente.

Tarde o temprano un ciclo se cerrará dando inicio a uno nuevo. Las viejas formas de pensar y actuar sucumbirán a las nuevas formas de pensar y actuar. Esto dependerá de las ideas políticas y económicas que finalmente se impongan e instalen como dominantes en el colectivo nicaragüense, resultante del antagonismo ideológico entre la clase media-baja y la clase media-alta; este antagonismo engloba el existente entre la juventud y el adultismo, entre defensores del medio ambiente y mafias extractivistas; entre el movimiento estudiantil emergente y UNEN; entre violadores y defensores de DD.HH; entre laicos e iglesieros; entre machistas y feministas; entre sandinistas y anti-sandinistas; entre progresistas y conservadores; entre mayorías y minorías; entre liderazgos vívidos y liderazgos zombies; entre los soñadores que anhelan un cambio estructural con justicia y libertad y los «prácticos» que planifican un cambio de gobierno en función de sus privilegios y agendas ocultas; entre visionarios de una democracia moderna y los espadachines de la oligarquía criolla.

Finalmente, este conflicto interno de la oposición (el cual debe abordarse con apertura, diálogo, sagacidad y tolerancia) determinará el desenlace del macroantagonismo fundamental entre el Gobierno actual y la oposición unificada como su principal contrario. Las condiciones objetivas finalmente estarán dadas y estará listo el contenido de la siguiente página del libro que estamos escribiendo en una Nicaragua que, posiblemente, no será tal cual lo pensamos y soñamos (por la interacción y ósmosis de una pluralidad y diversidad de actores) pero que indiscutiblemente será diferente. El Gobierno actual se derrumbará porque generó y aceleró el proceso de su autodestrucción. El Gobierno hoy es, mañana no será; porque nada permanece como es ni nada se queda donde está; todo está sujeto al cambio y al movimiento.

«Cuando veáis caer las hojas de los árboles, sabed que el verano está cerca» Jesús de Nazareth

Marco Aurelio Peña M.