Nacionales · 07/12/2021

Nieta de Ortega desairó al embajador Bundscherer quien pidió que las personas “no sean encarceladas por sus convicciones políticas”

El pasado 3 de diciembre se realizó la cuadragésima graduación de bachilleres del Colegio Alemán Nicaragüense, en la que se graduó una de las nietas de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Durante el evento el embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, dio un discurso con el que pidió que “las personas no sean encarceladas por sus convicciones políticas”; esto provocó que la joven desairara al diplomático al no darle la mano para saludarlo al momento de recibir su diploma de bachiller.

Se trata de la joven Abril Celeste Ortega Díaz, hija de Maurice Ortega Murillo y de Blanca Díaz, la hija del director de la Policía Orteguista, Francisco Díaz. La nieta del dictador decidió no saludar al embajador alemán y tampoco al director del Colegio Alemán Nicaragüense al tomar su diploma en el estrado, pese a ser descrita por como “una joven amigable y cariñosa”.

QUÉ DIJO EL EMBAJADOR BUNDSCHERER

En su discurso el embajador de Alemania en Nicaragua, destacó la importancia de una sociedad libre y democrática en que “las personas no sean encarceladas por sus convicciones políticas”.

Esto fue parte de lo que dijo:

“En una sociedad altamente politizada y dividida, ustedes han aprendido a escuchar a los demás, aunque no estén de acuerdo con ellos, han aprendido a expresar su opinión de forma respetuosa y también han aprendido a defender activamente los valores de la tolerancia y del respeto, aunque esto no sea siempre fácil. Tolerancia significa tolerar, tolerar significa aguantar. Tenemos que aguantar escuchar los argumentos de otros, aunque no nos guste, tal vez la otra persona incluso tenga razón. Es intolerante no querer escuchar los argumentos de nuestro prójimo o incluso despreciarlo por ello, excluirlo de la comunidad con palabra, negarle por completo su calidad de ser humano. El próximo viernes celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, en todo el mundo jóvenes como ustedes defienden los valores que conforman una sociedad libre y democrática, libertad de expresión, libertad de religión, libertad de reunión, tolerancia hacia personas de otras religiones, de otra procedencia y con otras creencias políticas. Luchan por un mundo en el que las personas no sean encarceladas por sus convicciones políticas, en el que la prensa pueda expresarse libremente, en el que personas con los mismos intereses, puedan unirse libremente para formar organizaciones o partidos políticos, en el que los acusados tengan un juicio justo y no sean maltratados. Todo país debería estar orgulloso de su juventud que participa en la vida política, que lucha por un futuro mejor para su país. Muchos de estos jóvenes pagan un alto precio por su lucha. Deberíamos acompañar, al menos en nuestros pensamientos, a estas valientes personas de vez en cuando”.