Destacados / Nacionales · 25/08/2022

“No existe ningún tipo de evidencia” que sustente acusación policial hecha contra monseñor Álvarez, dice experto

El régimen de Daniel Ortega a través de su Policía acusa a monseñor Rolando Álvarez de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, sin haber ofrecido pruebas de ello, “porque simplemente no existen”, dijo este jueves el Dr. Uriel Pineda, especialista en Derechos Humanos.

El obispo Rolando Álvarez, cumple este jueves una semana de secuestro domiciliario, en Managua, sin que hasta ahora el régimen de Daniel Ortega le haya formulado cargos.

Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, fue sustraído la madrugada del viernes pasado por agentes policiales del palacio episcopal matagalpino junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días retenidos en el lugar.

La acusación de “organizar grupos violentos”, no se le puede atribuir a monseñor Álvarez, dijo el Dr. Pineda, al explicar que el régimen con acciones querido construir una “contra memoria” y un “discurso de odio” imputado hacia el religioso a través de tres elementos.

El primero es cierta cualidad en el emisor, pensemos en un obispo, por supuesto que reúne esa cualidad de emisor. El segundo es, que se haga un llamado negando derechos humanos de un grupo identificable. Y el tercer elemento es, el llamado a la violencia contra este grupo de personas”, detalló.

“Lo único que parece razonable activar contra monseñor Álvarez es la construcción de este recurso de que hay un exceso de la libertad de expresión y en el ejercicio de la libertad religiosa que tiene como líder de la congregación. De manera tal que, lo que puede justificar la existencia en la narrativa del régimen es aportar elementos con apariencia de legalidad en este sentido. Pero naturalmente no hay ningún tipo de evidencia que sustente esto. No vamos a encontrar declaraciones de monseñor Rolando Álvarez en este sentido, no vamos a encontrar absolutamente nada en sus redes sociales, no vamos a encontrar absolutamente nada de grabaciones, declaraciones, por qué, porque simplemente no existen”, afirmó Pineda.

Secuestro del obispo Álvarez “es el ataque más abierto” de la dictadura hacia la libertad religiosa

El experto sostuvo que el secuestro del obispo Álvarez es parte de la política represiva del régimen y “posiblemente la forma más abierta de violación a la libertad religiosa en el país”, a causa de la “labor pastoral” y “la talla moral” del obispo Álvarez.

Pues agrega que, monseñor a través de su labor pastoral denuncia las injusticias y la situación que enfrenta el país.

Al obispo Álvarez no solo lo atacan por haber tenido el valor, mantener una voz crítica y firme contra el régimen, sino que esa voz crítica es parte esencial de su labor pastoral”, expresó Pineda.

Lo que subyace aquí es el ataque más abierto hacia la libertad religiosa que pueda haber en el país. Esto es una modalidad nueva, ha habido actos aislados y ha habido actos de intimidación contra la Iglesia con un objetivo común, y es acallar esta voz crítica en el país”, insistió.

Tenemos un ataque directo hacia la Iglesia y esto se está representando en el testimonio evangelizador de monseñor Álvarez. Hay un confinamiento en un primer momento en un sentido de amenaza, de advertencia y sobre todo una forma de cálculo del gobierno para ver hasta dónde podía llegar. Es decir, que haya estado sitiado monseñor Álvarez en un primer momento, no solo obedeció a una amenazas, sino a un cálculo, a una medición de reacciones en cuento a las consecuencias que podía enfrentar”, añadió el experto.

Para el Dr. Uriel Pineda el silencio en los primeros días por parte del Vaticano y las muestras de solidaridad y las reacciones que despertaron el secuestro de Álvarez, “le sirvieron al régimen para tomar la decisión definitiva de arrestar no solo al obispo, sino a los colaboradores que se encontraban con él en ese momento”.

“Lo que viene después, las violaciones al debido proceso vienen a sumar una serie de elementos que reflejan la política gubernamental en contra de la Iglesia Católica y sus representantes”, anotó.

El objetico es invariable: el régimen teme a cualquier levantamiento social, para contener cualquier posibilidad de levantamiento social es importante silenciar las voces críticas. Es decir, el encarcelamiento del obispo Álvarez finalmente está encaminado en la misma dinámica que están el resto de los presos políticos, no intentar un levantamiento social que ponga en riesgo la permanencia del régimen en el ejercicio del poder”, destacó.