Nacionales · 02/12/2021

Nuncio asegura que intercede por libertad de opositores, pero que la dictadura no responde

El nuncio apostólico en Nicaragua, Waldemar Sommertag, dijo el martes a la agencia The Associated Press, que la Santa Sede y él mismo “intercede” por la liberación de los presos políticos del país, pero que “por el momento” no ha tenido ninguna respuesta de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

Sommertag, que en 2018 ayudó a la excarcelación de más de un centenar de opositores detenidos por protestar contra el régimen Ortega, afirmó: “La Santa Sede y por supuesto esta Nunciatura Apostólica, desde el primer momento de mi misión en Nicaragua, estamos intercediendo en favor de los más vulnerables, entre ellos los detenidos de todas categorías, incluso los políticos”.

La reacción del Nuncio se da luego que un grupo de dirigentes opositores y familiares de presos políticos anunciaran que buscarían el apoyo del Vaticano y del religioso para lograr la libertad de sus parientes.

El nuncio dijo que esta gestión la realiza “siempre, sin esperar peticiones particulares y oficiales”. Sin embargo, aclaró que todavía no ha recibido “ninguna petición concreta” de la oposición o de familiares de los detenidos.

Varios familiares me contactan individualmente y (me) ponen al día sobre las condiciones de sus seres queridos”, comentó Sommertag, pero respondió con cautela al ser consultado si se podría esperar una liberación masiva de prisioneros políticos.

Interceder pienso que es más que justo y necesario… pero al final, lo sabemos muy bien, las cosas dependen del gobierno. Las liberaciones serían un buen inicio”, dijo el representante del papa Francisco. “Interceder significa desear… en este caso la libertad de todos. Ponemos toda la esperanza en Dios”, añadió.

En este sentido, abogó por que los detenidos puedan reencontrarse con sus familias en ocasión de las fiestas de diciembre. “Todos vamos a estar en estas fechas con nuestros seres queridos y lo deseamos también para todos, incluso los detenidos”, expresó.

Sommertag aseguró que las relaciones con el régimen de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, son “buenas” y restó importancia a la reciente decisión del régimen de reformar un protocolo del Estado que otorgaba la figura de “decano” al representante de la Santa Sede en Nicaragua, la delegación más antigua en el país.

La Santa Sede no puede estar molesta porque no es su derecho ocupar el puesto del decano del cuerpo diplomático y por supuesto no busca privilegios. Son los gobiernos (los) que ejercen su libre derecho de entregar el decanato del cuerpo diplomático o a un nuncio o al diplomático más antiguo, según el artículo 16 de la Convención de Viena”, subrayó Sommertag.