Nacionales · 03/06/2022

Organizaciones opositoras condenan persecución contra la Iglesia Católica y “arresto arbitrario” del párroco Manuel Salvador García

Organizaciones de la oposición nicaragüense expresaron este viernes su condena ante el “arresto absurdo y con lujo de violencia” hacia el párroco Manuel García, de la Iglesia Jesús de Nazareno de Nandaime en Granada.

Las organizaciones condenan la persecución, el asedio y hostigamiento que las últimas semanas han vivido, representantes de la Iglesia Católica en diferentes departamentos del país”, indicaron en un comunicado conjunto al menos 21 organizaciones.

Aseguran que lo que se vive “es el reflejo de la ausencia de Estado de Derecho que garantice el ejercicio efectivo de los derechos elementales a la población, entre ellos el derecho a la libertad de religión o creencia, garantizado por el arto. 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos”.

Para las organizaciones opositoras la detención del párroco García “marca un grave precedente en contra de los sacerdotes en el país y constata que bajo el régimen político actual absolutamente nadie está a salvo”.

Señalaron que “a pesar de las constantes violaciones a los derechos y al debido proceso, se ha demostrado que la ciudadanía está dispuesta a acompañar a sus guías espirituales mediante acciones de carácter cívico y religioso que mitiguen el comportamiento del régimen dictatorial”.

Recordaron que “todos estos actos represivos, impiden tanto a los pastores de la Iglesia como a su feligresía, vivir y celebrar su fe en un ambiente de paz y seguridad; y, que esta detención aumenta la cantidad de presos políticos que la dictadura mantiene torturados en las cárceles del país y que han sido criminalizados y sentenciados por tener opiniones contrarias al discurso oficial”.

Ayer jueves, el juez local de Nandaime, Jaime Aguilar Ney, dictó prisión preventiva contra el sacerdote Manuel Salvador García, quien está siendo acusado por el supuesto delito de “lesiones graves” en perjuicio de la ciudadana Martha Candelaria Rivas Hernández.